OPINIóN
Actualizado 15/08/2015
Soledad Murillo

Vaya por delante que la labor de la policía municipal es muy valiosa para la población de Salamanca. Soy consciente que decir esto supone dejar de recordar cada vez que nos vemos con una multa en el parabrisas por aparcar en zonas prohibidas. Yo misma me he quedado perpleja cuando mi coche no estaba donde debía estar, porque la  grúa me lo había "raptado". Pero estos hechos no descalifican a la policía local en su función profesional. Sin embargo, hay algo que debería cambiar de manera urgente, y es el nombramiento del responsable de la policía local por designación directa del Alcalde.

Este procedimiento lesiona gravemente la necesaria independencia que ha de mantener la policía en el ejercicio de su profesionalidad. Todavía los gobiernos locales, autonómicos y hasta el Gobierno Central utilizan el mismo sistema que, aun siendo legal, es también totalmente ilegítimo. Muchos cargos que toman decisiones que afectan a nuestra vida diaria son fruto de esta elección directa: el Gobernador del Banco de España, el Presidente del Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional, hasta los subdelegados de gobierno de cada capital de provincia. Basta decir, que son "personas de confianza". Lo grave es que las tareas que llevan entre manos son demasiado importantes como depender de agradecimientos. Pero hay más problemas, uno de ellos es subirse a un pedestal.

Suele ser habitual que aquella persona señalada con el dedo del poderoso, crea que acumula más méritos que los demás, e incluso, que ostenta dicho cargo por méritos propios, sin pensar que un posible mérito sea justo, su capacidad para perder la perspectiva de un trabajo bien hecho y libre de favores.

En el caso de cualquier responsable de la Policía Local, la confianza puede transformarse en impunidad. Por ejemplo, para hacer experimentos como hizo el jefe de la policía local de  Salamanca al cambiar a todos los subinspectores de competencias: el de atestados a la unidad administrativa, la subinspectora de violencia de género a la emisora, el de la emisora no sé sabe dónde. Y estos caprichos estaban respaldados por los responsables políticos del Ayuntamiento.

No importa que el sindicato de policía se manifestara públicamente contra los abusos de poder de su jefe, todo seguirá igual. Es un intercambio de favores. Ahora, el grupo de la oposición Ganemos pide un informe sobre actividades de espionaje, o sobre una vigilancia indebida, como anteriormente lo hizo el PSOE, que también se interesó por el uso de coches de la policía para ir a Madrid algún fin de semana. No sabremos qué se vigila, o a quién se vigila y por qué, sólo reconocen que esta unidad es el Grupo 7. Pero no conoceremos si las posibles escuchas son de interés general o de interés particular. Todo quedará enterrado, porque el poder sigue en manos de quien depositó su confianza en aquel que, seguro, lo sabría agradecer.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >¿Para quién espía la Policía Local?