El orgullo de ser reconocidos por sus motes hace que se personalicen algunas de las talanqueras del encierro año tras año
Es la sabia de Macotera. Una de esas tradiciones que por especiales y campechanas se hacen únicas y que, con el paso del tiempo, la hacen su seña de identidad. Ir a la villa, pasear por sus calles y tratar de encontrar a cualquier vecino por su nombre de pila se antoja tarea complicada?ahora bien todo esto cambia en el momento en el que pronuncias su 'mote'.
Esas palabras que vienen distinguiendo a varias generaciones de familias arraigadas en la localidad y que ya son simplemente su tarjeta de visita para propios y extraños. Esta tradición no escapa a las fiestas ni a la sangre taurina que corre por las venas de todo buen macoterano que ansía la llegada de sus fiestas patronales para volver a vivir la adrenalina de un buen encierro.
Precisamente las talanqueras, los elementos que delimitan y aseguran el recorrido de la carrera de los astados, tiene una gran tradición de personalizarse y es que, desde muy atrás en el tiempo, largas familias macoteranas estampan sus motes en este vallado dejando así su propia marca dentro del recorrido mas mediático de sus festejos, una tradición que por lo peculiar y lo imaginativa la ha convertido en única y en toda una seña de distinción del pueblo y sus gentes.