Nos acercamos a un nuevo año y el Gobierno ha presentado como es preceptivo en ésta época los nuevos presupuestos generales del Estado para el 2016 cuando aún no se ha hecho un verdadero esfuerzo por saber el grado de cumplimiento de los anteriores. La mayoría de ciudadanos vemos los debates de los Presupuestos Generales farragosos y poco transparentes. Los partidos de la oposición rechazan estos presupuesto por insolidarios, irreales y electoralistas. Se nos habla de mejoría económica y aumento de la recaudación, pero en el fondo se siguen consolidando recortes en las partidas más importantes que afectan a los ciudadanos produciendo un crecimiento desigual e injusto. Hay que prometer grandes infraestructuras, aun a sabiendas de que no se van a realizar porque el papel lo admite todo. Ese optimismo desmedido sobre la recuperación ficticia de la economía de nuestro país obedece más al proceso electoral que a corregir desequilibrios.
Respecto a Salamanca el Partico Popular nos trata de convencer de las bondades de estos presupuestos que van suponer la mejoría y el bienestar de los salmantinos. Nos hablan de inversiones en infraestructuras que en realidad son las mismas que repiten y prometen cada cuatro años. El Partido Socialista ha analizado el contenido de estos presupuestos y nos destapan que en realidad las inversiones en nuestra provincia se reducen un 20% siendo Salamanca la última de Castilla y León en inversión por habitante.
Los ciudadanos estamos cansados, agotados de tantas mentiras y promesas que hacen cada cuatro años, pero ¿a quién quieren engañar con estos presupuestos?. Siguen sin rectificar y sin entender la realidad de los ciudadanos. Los presupuestos van en la misma línea que los anteriores, incrementando la pobreza, el paro y la desigualdad. Una decepción más