Cualquiera que haya perdido alguien importante en su vida sabe que hay huecos que no se llenan nunca
Ya son diez años sin ti, sin tu risa, sin tu conversación, sin tus consejos, sin tu vitalidad, también sin tu mal genio y tu cabeza dura,.., sigue pasando el tiempo y hay algo que no cambia, que no desaparece: cuántas veces quiero llamarte o pasar a verte para contarte algo importante, o simplemente para estar contigo, cuántas cosas no he podido compartir contigo a sabiendas que te alegrarías con ellas o que las sufrirías conmigo.
Tu hueco está, ya no duele tanto, a estas alturas ya sé qu no se va a cubrir nunca, es posible que sea el mecanismo para no dejarte marchar del todo.
Aprendí mucho de tí, de tu forma de ser, de tu experiencia de vida, de tu fe, esos aprendizajes son los mejores tesoros que se pueden dejar y me hiciste rico.
Me gusta hablar de ti con quienes te conicían y me gusta contar tus cosas a quienes no te conocieron, me hace sentir bien, alegre, y, a pesar del tiempo, aún hay momentos (esos sí son a solas) en los que sigo llorando por que te has ido, porque te echo de menos.
Tengo muchas dudas de que exista ese lugar donde nos podamos volver a encontrar, pero quiero creer que si, que podré volver a abrazarte.
Te quiero y te hecho de menos