LOCAL
Actualizado 06/08/2015
Redacción

Los que trabajan al aire libre, como agricultores, pescadores, jardineros y trabajadores del sector de la construcción, los más vulnerables

Las continuas olas de calor que estamos viviendo este verano han alertado a las autoridades sobre los riesgos a los que se exponen algunos trabajadores, sobre todo aquellos que trabajan al aire libre, tales como agricultores, pescadores, jardineros y trabajadores del sector de la construcción.

Soportar calor durante nuestra jornada laboral puede resultar incómodo o incluso agobiante, sobre todo en los trabajos que exigen algún tipo de esfuerzo físico debido a su alta exposición a una posible deshidratación.

Y es que la temperatura es uno de los factores mediambientales clave que afecta o puede afectar al desempeño de nuestras tareas, llegando incluso a disminuir la productividad. Para rendir plenamente, la temperatura corporal debe ser de 37°, de modo que si aumenta, el cuerpo reaccionará para eliminar ese exceso de calor. Si una persona se expone al sol durante un periodo prolongado, el aumento de la temperatura puede llegar a causarle graves problemas físicos.

El descenso excesivo en la temperatura del cuerpo se llama hipotermia y puede resultar mortal si no se actúa con rapidez. Con el calor sucede lo mismo, pero hacia el otro extremo, provocando lo que conocemos como 'golpe de calor'. Una de sus consecuencias principales es la pérdida de agua y sales esenciales que los individuos necesitan para realizar sus atividades diarias con normalidad. En situaciones extermas, el calor puede también provocar la muerte.

Si el lugar de trabajo está expuesto a altas temperaturas, como ocurre en la calle, es importante estar alerta ante los siguiente síntomas: Sed intensa y sequedad en la boca, agotamiento, cansancio y debilidad; dolor de cabeza, mareos o desmayos, debilidad muscular o calambres, náuseas y vómitos, temperatura superior a 37.5 °C o aumento de los latidos cardiacos.

La forma más rápida de bajar la temperatura es descansar en un lugar fresco y sombreado, beber mucha agua fría o bebidas isotónicas. Es muy importante no ingerir alcohol ya que empeora. Si los síntomas persisten o se agravan, se debe acudir de inmediato a un centro asistencial.

Cualquier persona puede sufrir consecuencias graves por una exposición continuada al calor o directamente al sol, pero las personas con enfermedades crónicas (afecciones cardíacas, renales o neurológicas), con tez muy blanca o aquellos con problemas de alcohol o drogas, son los grupos de riesgo que deben tener especial cuidado durante los meses de verano.

¿Cómo prevenirlo?

Para prevenir un golpe de calor en esta época de altas temperaturas es importante evitar: Líquidos con cafeína o con azúcar en exceso, líquidos muy calientes, comidas pesadas y ambientes sofocantes.

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