¡No te rindas! Vicente García participa en el centro socio - comunitario del barrio San José. Hoy nos invita a leer su reflexión
Según he ido creciendo he podido comprobar cómo el ser humano de una manera u otra busca el rendir a otros seres humanos.
Rendir es: sujetar, someter al dominio de otro, no tener fuerzas; es el deseo de acabar con una situación que pensamos no podemos soportar, es tirar la toalla.
Pero al rendirme, pierdo mi libertad y mi dignidad, además, no acabo con mi sufrimiento, por el contrario, otorgo al otro: poder, estar por encima, dominio, abuso, superioridad, desigualdad.
En mi niñez ya lo experimenté cuando un grandullón me tiró al suelo y me inmovilizó. Faltándome la respiración solamente oía ¿Te rindes?... ¿Te rindes? Y a los otros niños: ¡ríndete! ¡ríndete! En ese momento me sentía solo, frustrado, abandonado, marginado... No tenía fuerzas para luchar ni para pensar, solamente escuchaba el eco que decía: "Ríndete"
El caos es que no me rendí; quise luchar, saqué fuerzas de flaqueza y una de mis manos pudo atrapar el pelo de la cabeza de aquél grandullón: tiré y tiré, hasta que dejó de aprisionarme y se le quitaron las ganas de vencerme y rendirme. Nunca he olvidado aquél tirón de pelos que cambió la situación.
El mismo tirón de pelos que en los momentos difíciles de mi vida me ha ayudado a seguir cuando parecía que ya no podía. Un tirón de pelos que acabó con la desigualdad, me devolvió la dignidad que estaba perdiendo y además, acabó con el poder y abuso que el grandullón ejercía sobre todos los demás niños.
Tu lucha es importante y no sólo te afecta a ti, afecta a todos a tu alrededor, no te rindas. Cuando pienses que ya no puedes más, "NO TE RINDAS" tira de los pelos.
Vicente García