OPINIóN
Actualizado 31/07/2015
Carmen Pazos

Vivimos rodeados de esquineras acolchadas, de protectores para las mesas, para los radiadores, aparatos anti apertura de cajones y por supuesto y como no, radiadores cubiertos y alfombras en el suelo, y eso sólo en casa?

A los parques infantiles es complicado acercarse cuando llega el calor, pues ese suelo tan curioso, tan bonito, tan limpio, desprende casi calor propio, por no decir del olor, sobre todo cuando está nuevo.

Los típicos toboganes ahora son bajitos y frenan la bajada en la punta, los columpios tienen cierres, los sube y baja ya no suben y bajan como los de antes?

Vivimos en un mundo de sobre protección de todo y a todo, y lo terrible es que parece que las cosas van a peor?en breve llevaremos a nuestros hijos en burbujas de plástico para que nada los dañe?

Entiendo el daño físico (estoy hablando de juegos) como un daño relativo que se convierte en la anécdota  a contar cuando uno se hace mayor?

Estamos confundiendo seguridad con sobre protección, pero lo curioso es que nunca aplicamos una sobre educación, educar, advertir y permitir que a veces se rocen la rodilla para que sepan lo que están haciendo, dejar llorar, dejar reir (aunque no nos dejen escuchar el partido),

En definitiva, dejar que sientan la vida, tan llena de piedritas que arañan, tan dura como el suelo, tan emocionante como salir literalmente volando del tobogán y frenar con el trasero, con cosas tan inalcanzables como estar abajo en el sube y baja, con logros tan alcanzables como estar arriba tu también.

Sentir el aire en la cara cuando casi alcanzas el sol en un columpio?

He disfrutado mucho en mi infancia y no he vivido en un mundo de caucho?

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Un mundo de caucho