Pusieron a tus calles nombre de "alta cultura" mientras en los desconchones de los edificios verdes empezó a verse con el paso de los años desbordarse la esponja, amarilla espuma. Maestro Cabezón, Maestro Salinas y saberse sin embargo trans-Tormes, esa otra ciudad que no aparece en las guías, que no vive de escenario ni es parque temático y que el río aparta. Te crecieron los árboles al ritmo del montón de hijos de cada barrio obrero y contemplamos salvajes el paso del tren como buenos nietos desde nuestra infancia periférica.
Se bajaba a la Paqui a comprar y conocían tu nombre y el de la genealogía completa a la que llamabas casa y te besaban las vecinas, conocidas desde siempre, como el sol sus sábanas tendidas en el balcón.
Te nombran a veces, barrio, quienes no te saben por dentro cuando migajas quieren darte. Pero tú que eres a la vez San José, La Vega, Zurguén, El Arrabal, Tejares...lejanía nuestra por dejadez, desprecio, frontera de puentes que "los de arriba" cruzan sólo para cazarte votos, en pie, tan digno, siempre quedas.
Digno, como digna es tu gente con cicatrices de paro y de tiendas que se cierran. Con cansancio de súplica de lo que son derechos y abuelos que exigen cambios en nombre de los nietos que parten sin regreso cargados de maletas.