Ayer se celebró el día de los abuelos. Es curioso, no importa cuántos abuelos haya en el mundo, porque a todos nos han tocado los mejores. Están dispuestos a dedicarte 365 días al año, a hacerte tu comida favorita con solo decir que vas a verle, a mirarte con esa cara que solo ellos saben poner. Ante sus ojos ha pasado la vida y miles de historias que no imaginamos, pero cuando miran a sus nietos solo se pueden sentir plenamente afortunados. Un abuelo es feliz si la familia funciona, no necesita más.
Todo es hermoso a su lado, los ratos que pasamos con ellos nunca los olvidaremos, han estado en gran parte de nuestros recuerdos más importantes. A pesar de todo lo que decimos quererles, quizás no compartamos con ellos el tiempo que merece su amor. Todos somos conscientes de ello, pero no es hasta que los pierdes, cuando te arrepientes de todos los minutos que te quedaron por compartir.
Es un lujo que vengamos al mundo con la capacidad de amar a los abuelos así, pero es una pena que no nos demos cuenta de que el tiempo pasa muy rápido y no lo estamos exprimiendo lo suficiente.
Feliz semana y... ¡a quererse mucho!