OPINIóN
Actualizado 26/07/2015
Enrique Arias Vega

Un amigo de Sant Cugat del Vallès cree que en una Cataluña independiente el Barça continuaría jugando en la Liga de fútbol española:

?Ninguna competición querría quedarse sin uno de los mejores equipos del mundo ?razona.

Le he replicado que no es así, que dejarle fuera sería uno de los mejores argumentos del Gobierno español para presionar contra la secesión catalana:

 ?Mantenerlo en la Liga sería tanto como aceptar que se es, además de cornudo, apaleado ?arguyo, sin pecar precisamente de delicadeza.

?Pues otras Ligas se pelearán porque el Barça participe en sus campeonatos ?replica.

Le explico que lo veo más que improbable. Lo último para la Premier League sería llevar a Inglaterra un problema separatista, teniendo el candente asunto de Escocia justo allí al lado. Lo mismo podría decirse de la Liga francesa, que sería absurdamente suicida si avivase en un Estado tan centralizado como el suyo el hoy inexistente problema del Rosellón o los ya apagados de Córcega, Bretaña y algún otro más. La argumentación también sería aplicable a Italia, con la artificial cuestión de Pandania como espada de Damocles política.

?Ya ves ?concluyo?, ahí, y no en otras razones políticas, tiene el Gobierno español su mejor arma para combatir el separatismo del catalanismo más radical y excluyente.

?Entonces, ¿cuál es tu hipótesis?

?Pues que, como no sea en la Liga rusa, en la marroquí o en alguna otra similar, no creo que el Barça tenga acomodo internacional. Así que ya lo veo jugando en una competición exclusivamente catalana, con el Mollerussa, el Granollers y demás.

?De ser así ?me replica todo enfadado?, prefiero que no haya independencia antes de ver al Barça convertido en un equipo de coña.

No sé si separatistas y no separatistas han reflexionado sobre esta cuestión. Lo que sí sé es que los problemas del Barça no son los menores ante una eventual independencia de Cataluña.

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