Si se revisan los eventos sanitarios y sociales más frecuentes que acontecen en la sociedad actual se puede observar que la gran mayoría de ellos se pueden explicar mediante el modelo probabilístico. Es decir, se producen cuando existen más probabilidades o posibilidades de que tengan lugar. Por tanto, hay que preguntarse como los casos posibles, que son todos, se hacen más probables. Esta mayor probabilidad se produce al acumular la existencia de factores de riesgo asociados a su entramado causal o red causal.
Los eventos sociales más graves y frecuentes en las sociedades desarrolladas están relacionados con la violencia de todo tipo -física, verbal, de género, de etnia o raza-. Otros se deben a intoxicaciones y accidentes -tráfico, ocio o laborales-, al consumo abusivo de sustancias tóxicas, al racismo, el fascismo, el terrorismo, el independentismo. Todos ellos terminan provocando enfrentamientos y muertes violentas y traumáticas. También existen otros que siendo menores por su impacto son muy frecuentes y están presentes en el día a día. Como el mal uso y abuso de medicamentos como los antitusígenos, los antibióticos y los antiinflamatorios no esteroideos tipo ibuprofeno que provoca ulceras y sangrados digestivos, los accidentes y atropellos por distracciones, tomar bebidas azucaradas en las comidas en lugar de agua cuando se conoce su relación causal con la diabetes tipo 2, la obsesión por las cifras de la analíticas de control y seguimiento sanitario cuando lo importante es la clínica y sentirse bien con independencia de si las mismas están en los limites de normalidad.
Todos estos problemas sociales y sanitarios tienen denominador común en su red causal, lo que equivale a decir que necesitan una causa básica y necesaria para producirse, y esta es el déficit de Educación General y Sanitaria que determina y condiciona la falta de autoestima y valores que hace a las personas llevar un estilo de vida inadecuado para la vida en una Sociedad avanzada y moderna en la que vive y convive. Es decir, por la falta de Educación no consiguen llevar una vida basada en la independencia que da la libertad y en la interdependencia que aportan los valores como la Educación, la Salud, el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la equidad y la Justicia.
Hoy no hay más que observar la realidad para darnos cuenta de que los niveles de educación están bajo mínimos? gente que al pasear por la calles de madrugada hablan a voces y alteran el descanso y la calidad de vida de los que duermen, gente que al subir a un tren se descalza y pone los pies en los asientos, gente que habla en alto cuando habla por su móvil, gente que tira papeles y otros elementos a la vía pública, gente que no respeta los jardines o que utilizan la calle como si fuera un urinario, etc.
En el siglo XIX y XX los problemas nos venían frecuentemente de fuera a través del contacto con los animales y sus productos, del medioambiente y de sus influencias nocivas como las aguas insalubres y la falta de saneamiento. Y actualmente, en el siglo XXI, los eventos sociales y las enfermedades nos vienen de dentro. Es decir, el principal determinante somos nosotros mismos con nuestro estilo de vida de riesgo e inadecuado para nuestro organismo y nuestra vida.
Por todas estas razones se hace necesario fortalecer la Educación a través de un Consenso Nacional como pilar básico que permita fortalecer la autoestima de las personas para que sean responsables y consecuentes consigo mismas y con su medioambiente familiar y social. También, porque para desarrollar un Sistema Sanitario sostenible es necesario que la población tenga el valor de la Salud y la Educación Sanitaria necesaria e imprescindible para saber y ser consciente que la mejor medicina la tiene que desarrollar uno mismo con sentido común y con el componente cerebral.También, porque para tener un Desarrollo Social moderno, equitativo y justo es necesario practicar la solidaridad, la tolerancia y el compromiso social.
JAMCA