Las vacaciones, aunque sean cortas, son una gozada. En mi caso, también es agradable que sean cortas. Este año tengo un objetivo: hacer vida normal. Unos días excitantes que espero poder recordar con agrado durante muchos años. Normalidad al dormir, sin tener que cambiarme de pijama dos veces en la noche, ensopado en sudor en una primavera normalita como fue la del 2014; normalidad al comer, tomándose el lujo de un culin de vino tinto cada tres o cuatro días; normalidad al pasear una hora diaria por las orillas del Tormes sin que me afogone la cuesta arriba final que ne devuelve al Alto del Rollo, que no están alto como El Alto -¿verdad Pedro?- pero que tira lo suyo; normalidad de tener que apuntar la consulta de Hematología en la agenda, no sea que se te olvide después de 56 días de normalidad; normalidad de poder tomar el sol moderadamente, convenientemente embadurnado de protector solar 50 ecran total y el gustazo de poder alejarte de la playa cincuenta metros hasta casi perderte en el horizonte del Mare Nostrum catalán, que no es de año sino nostrum, sin miedo a pillarte cualquier infección rara porque tus defensas orgánicas han vuelto a la normalidad después de una larga excursión de un año por los territorios del linfoma.
En este mundo tan aceleradamente cambiante que nos toca vivir doy gracias a Dios y al Servicio de Hematología del Hospital Clínico, personalizado en la Dra. Belén Vidriales y a todos los que durante este último año me han aguantado, ayudado y animado -lugar especial para mis hermanos, sobrinos, amigos y muy especial para María-; doy gracias por poder hacer vida normal, celebrar el noveno cumpleaños de Emma, mi sobrina nieta californiana, dormir la siesta para escapar brevemente del calor húmedo playero y poder escribir este "elogio de la normalidad"; normalidad que dará paso en pocos días a la vorágine salmantina, que Salamanca no escapa de la aceleración de la historia por más que intente refugiarse en la circularidad cuadrada de nuestra Plaza Mayor.
Antonio Matilla, sacerdote.
20.Julio.2015.