En un informe, Gestha califica la medida de "precipitada y electoralista" y advierte de que las rentas más bajas «prácticamente ni lo notarán» y los que ganan más de 60.000 euros se ahorrarán 735 euros al año
En contra de las tesis oficiales, la rebaja del IRPF perjudicará a Castilla y León, donde aumentará la desigualdad entre sus ciudadanos. Lo dicen los propios técnicos de Hacienda (Gestha) en un estudio interno.
«Más dinero disponible a partir de la nómina de julio o agosto», anunció el Ministerio de Hacienda la semana pasada, al presentar el decreto ley que adelanta la reforma de la tarifa general del IRPF y del ahorro de 2016 al segundo semestre de 2015. Los técnicos de Gestha han hecho números y han cuantificado ese «dinero disponible» en 61,3 euros al mes... para los contribuyentes que ingresan más de 60.000 anuales, que son el 2,09% del total de Castilla y León. Los que ganan menos de 12.450 euros al año, es decir, los que no llegan a mileuristas, nada menos que el 40,14% de los declarantes de la región, contarán con 0,34 euros al mes para gastar.
Los técnicos de Hacienda no tienen dudas a la hora de concluir que «la reforma fiscal aumenta la desigualdad, dado que beneficia a un grupo de contribuyentes muy reducido, precisamente el de rentas más altas». En concreto, los castellanos y leoneses con rentas más bajas solo ingresarán 1,1 euros al mes con la bajada del impuesto al ahorro, mientras que los más favorecidos por la reforma son el 2% de los contribuyentes de la comunidad autónoma que cobran más de 60.000 euros anuales, informa El Norte de Castilla.
El coste global de la rebaja fiscal en Castilla y León será de 68,79 millones de euros en la nueva tarifa del IRPF y de 8,02 millones en las rentas de capital, en total 76,82 millones. La cantidad supone el 5,12%de los 1.500 millones de coste global anunciado por el Gobierno.
La recaudación fiscal va tan bien que Hacienda anunció que era posible «dinamizar el crecimiento» con una «reducción de impuestos de 1.500 millones de euros adicionales». El sistema tributario será a partir de este mismo mes «más equitativo» y habrá una «mayor rebaja para las rentas medias y bajas y beneficios sociales para familias con hijos y con personas con discapacidad», anunció el departamento de Cristóbal Montoro.
Alcance limitado
Los técnicos de Hacienda aseguran que el adelanto de la reforma fiscal aprobada el pasado viernes por el Gobierno «tendrá un alcance muy limitado para la mayoría de los ciudadanos». De hecho, en el caso de los contribuyentes de Castilla y León, afirmar que se beneficiarán de un ahorro medio de 82 euros al año por cabeza es una de las afirmaciones más irreales entre todas las que generan las medias estadísticas, ya que ningún tramo de renta se encontrará con esa cantidad en su cuenta corriente. Los ahorros serán, eso sí, progresivos y oscilarán entre los cuatro euros anuales de las rentas más bajas y los 735,7 euros de las más altas.
El adelanto de la reforma fiscal anunciado por el Gobierno tendrá un coste de 76,8 millones en la región
Esa es la cantidad que saldrán ganando los 17.570 declarantes de la región que, entre el total de 839.082 que tiene la base liquidable general del IRPF, cuentan con ingresos de más de 60.000 euros anuales, lo que les sitúa como el grupo más reducido de los cinco en que divide el impuesto a los españoles.
Así pues, con las nuevas tarifas de la renta general del IRPF, los técnicos de Hacienda calculan que el grueso del ahorro queda limitado una vez más a los ciudadanos con mayores ingresos. «Ese 2,09% del total de castellanos y leoneses 'más pudientes' ?señala Gestha? acapara paradójicamente más ahorro que casi el 70% de los asalariados y autónomos, en total más de 550.000 personas que ingresan menos de 20.200 euros al año».
Los contribuyentes con mayores rentas acaban pagando relativamente menos impuestos
El Gobierno no solo ha adelantado las rebajas prometidas para el IRPF sino que gracias a la recuperación económica también a partir de julio ha optado por reducir las retenciones a las rentas del ahorro. Para los técnicos, en este caso «se repite el modelo de desigualdad fiscal». Los grandes beneficiados de esta reforma vuelven a ser los que perciben mayores ingresos, en concreto los 1.366 castellanos y leoneses que obtienen rentas del capital por encima de 50.000 euros, que son solo el 0,23% del total, y acaparan una cuarta parte del ahorro global. Gracias a la reforma, este grupo logrará un ahorro anual medio de 1.219,2 euros.
Estas cifras contrastan con las rentas de capital más modestas ?de hasta 6.000 euros?, las que ingresan la mayor parte de los ciudadanos. El 97,5% de los declarantes castellanos leoneses conseguirá meterse en el bolsillo 8,6 euros al año con esta rebaja, una cantidad considerablemente inferior a la que se embolsarán las rentas más altas.
Para los expertos de Gestha, la realidad «vuelve a poner de manifiesto la 'paradoja de Warren Buffet' que se da en el sistema impositivo español, donde los contribuyentes con mayores rentas acaban pagando relativamente menos impuestos que los de ingresos inferiores».
Para Gestha, la medida es «precipitada y electoralista»
Según los técnicos, las medidas fiscales aprobadas por el Consejo de Ministros «son precipitadas, pues hace seis meses se justificó que la reforma se difería en dos años para asegurar el objetivo del déficit». «Esta precipitación justifica la opinión de quienes ven un claro corte electoralista, ya que llegan al final de la legislatura tratando de mostrar, in extremis, que cumplen con la promesa electoral de hace cuatro años de no subir los impuestos», argumentan.
Además, creen que la desigualdad que genera esta rebaja supone otro «parche» que evidencia la necesidad de acometer una reforma fiscal integral de todo el sistema tributario. «Es más, esta rebaja representará 100 euros más al año en el bolsillo del ciudadano medio pero sin embargo, en su conjunto, puede comprometer el objetivo del déficit público del 4,2% del PIB si se ralentiza la economía», advierten.
Para Gestha, el aumento de los ingresos tributarios de 2.730 millones recaudados hasta mayo no parecen suficientes para sostener unas iniciativas fiscales que supondrán un coste de 1.500 millones para las arcas del Estado, según ha adelantado el propio Gobierno, una cuestión que, según manifiestan desde el colectivo, «genera las suspicacias de las instituciones europeas».
Fotografía: Alex López