Igual que existen otras "eróticas" en los comportamientos humanos, hay una "erótica del poder" de la que se ha escrito ya en numerosas ocasiones, tanto en la empresa, en la sociedad, en la política, etcétera? Por supuesto, en el fútbol se da una especial "erótica" que no consiste en ganar partidos sino en fichar futbolistas, a ser posible por fuertes sumas de dinero, tanto al principio de la temporada como en el mercado de invierno? Todo ello aderezado con las mejores crónicas deportivas que plasman las extrañas virtudes de los atletas tasados en 25, 30, 50, 75 o 100 millones de euros? ¿Han calculado cuanto representan esas cifras en antiguas pesetas??
Ya acabó la temporada 2014/2015 y se prepara la próxima Liga 2015/2016, la configuración de las plantillas de los equipos de fútbol empiezan a plasmarse. El excelente periodista John Carlin escribió (El País,16.mayo.2015): "El casino de los fichajes"- "Uno de los placeres de la FIFA Playstation es que uno puede jugar a ser Dios o, a lo que más se aproxima en este mundo a una divinidad todopoderosa, a ser presidente de un club de fútbol. El juego le permite a uno no solo disputar partidos de fútbol virtuales sino también armar sus propios equipos fichando y vendiendo jugadores?"
Esa mezcolanza de juego virtual y real se acaba confirmando más o menos así: "Los grandes empresarios llegan a ser presidentes de clubes trafican con futbolistas utilizando procesos mentales similares a los de los niños cuando juegan a "la Play". Y, por supuesto, cuanto más dinero tienen disponible, más caprichos se dan". Las Ligas europeas se acaban de abrir como si fueran grandes casinos donde se gestionan los maravillosos fichajes donde todo el mundo apuesta, los aficionados se alinean con el juego a través de los medios de comunicación que también "hinchan el globo" para vender más periódicos y espacios radiofónicos/televisivos? Por eso no nos ha extrañado la amplia corrupción detectada en la propia FIFA, donde los Campeonatos diversos se han subastado bajo cuerda a precios nada módicos? Otra "erótica" imparable?