OPINIóN
Actualizado 15/07/2015
Miguel Mayoral

Parece que cuando nos vamos de vacaciones, cerramos o iniciamos el año fiscal americano. Los conflictos latentes o que subyacen activos se despiertan y quieren ir más allá. El mundo no para de crujir. La guerra de Siria, por mucho que nos la quieran vender no ha hecho más que ralentizar los conflictos existentes, o extenderse en otros ámbitos de su entorno.

La burbuja está  sin duda en oriente medio, miremos donde miremos.  Irán, país que no atiende a razones de la comunidad internacional y que se empeña en no arrimarse a la modernidad o al capitalismo global neoliberal que domina el mundo, está negociando sotovoce con Estados Unidos, y  no nos enteramos mucho de lo que se negocia, mientras nos tapan la razón con el tema griego. Irán se está convirtiendo en estos momentos de crisis económica en el cebo o la carnaza que podría desencadenar un conflicto de grandes dimensiones y de graves daños colaterales. O por el contrario ser la solución al tema de Siria e Irak.

El problema nuclear de Irán no sería tal si no se empeñara su gobierno en conseguir fabricar cabezas nucleares en principio disuasorias para imponer su hegemonía en la región. Cabezas nucleares declaradas y no declaradas existen en la región pero todas con la tecnología capaz de lanzarlas a miles de kilómetros, que parece sí ha conseguido ya el ejército iraní. La partida de ajedrez empezó hace ya unos años y se han producido jaques al rey, pero no el jaque mate. Irán es consciente de ello, y los otros involucrados en la partida también, como son EEUU, China, Israel, Rusia, Japón la OTAN, y lateralmente los países árabes.

En estos momentos de crisis económica mundial, fin de la guerra de Irak e incremento del conflicto con el ISIS y la guerra de Siria, y en un momento en que el expansionismo económico y militar chino es evidente, aunque los países occidentales hacen ver que miran para otro lado, tenemos la sensación de que no pasa nada. Una manera de frenar el expansionismo chino  y no pagar o abaratar las deudas contraídas con China, reconducir la crisis económica  sería atacar a Irán.

El bloqueo del estrecho de Ormuz, donde Francia posee ya una base militar con submarinos nucleares a 200 km de las costas de Irán, supondría un freno considerable de la actividad industrial de China. Ello dispararía la conflictividad social en la misma China, que está ávida de materias primas, productos energéticos y alimentos. De esa forma los países occidentales sin enfrentarse directamente al gigante asiático relantizarían su crecimiento y su política expansionista. El partido demócrata y Obama necesitan soluciones, o de su guerra  para la dudosa victoria de los demócratasen las próximas elecciones. Putín no puede dejar de posicionarse en Ucrania, ni dejar  este país en manos de cualquiera con los acontecimientos que se intuyen o avecinan, y Europa necesita una salida a esta crisis económica. 

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