OPINIóN
Actualizado 07/07/2015
Cipriano Pablos
  • Si el mundo no lo vas a arreglar tú solo, para qué te complicas la vida.
  • De acuerdo, a mi me corresponde arreglar mi mundo, mi pequeño mundo, pero me cuesta permanecer callado ante situaciones que no veo correctas.
  • Y qué situaciones son esas?
  • No soporto el narcisismo emergente que hay en la sociedad.
  • ¿Qué quieres, filosofar?
  • No, hace tiempo que abandoné aquel espíritu filosófico que aplicaba a todo. Se trata simplemente de constatar la preocupación existente de no poc@s por su propia imagen exterior, descuidando otros valores más profundos.
  • Oye, cada cual es como es.
  • Ya. Pero no acaba ahí la cuestión. Es que pensando en el narcisismo me ha venido a la mente que el hedonismo tampoco se queda atrás.
  • Pues estás trascendente hoy.
  • Es posible que esté trascendente a menudo y vea la vida con un espíritu más comprometido y menos lúdico de lo que en otr@s es habitual.
  • Y dónde quieres llegar con tanta trascendencia?
  • Llegar, llegar a ninguna parte. Pero sigo pensando que det
    rás del narcisismo y del hedonismo, es posible que haya grandes dosis de egoísmo, de egolatría, de egocentrismo?
  • Pues sí que te ha dado fuerte el tema.
  • Me ha dado fuerte porque veo situaciones y comportamientos que no me convencen y me cuesta quedarme callado.
  • Y cual es la solución?.
  • No se la veo, porque no depende de mi. Y revelarme es inútil. Cada uno es libre de ir por la vida como quiera. Y si encima le va bien, o eso puede parecer, para qué cambiar, pensarán.
  • No abandones tus inquietudes, pero comprende que la vida de los demás es de ellos. Y ellos gozarán o sufrirán, es su vida.
  • Tienes razón, pero me cuesta aceptar lo que veo, sin poder hacer nada.
  • No olvides que la propia vida pone a cada cual en su sitio más pronto que tarde. Espera y verás.

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