OPINIóN
Actualizado 07/07/2015
Luis Gutiérrez Barrio

Muy bien, Grecia ya ha celebrado su referéndum, y ha ganado quien tenía que ganar. El Gobierno apoyaba el no y el no ha ganado, y ¿ahora qué?

Nunca pensé que salir de esta maldita crisis que  atenaza a toda Europa, a unos más que a otros, fuera tan fácil. Llevamos años buscando la salida de este intrincado laberinto y ha tenido que ser Grecia quien nos enseñe el camino: un referéndum y todos tan contentos. Las calles se llenan de gentes que agitan banderas mientras vitorean a Teseo que ha dado muerte al monstruo. Luego, no queda más que seguir el hilo que nos marca el camino para abandonar el laberinto y disfrutar de la libertad. No más sacrificios para tener gordo y contento a Minotauro.

Y en España, que llevamos años y años padeciendo este terrible castigo, no habíamos caído en esta fantástica y sencilla solución. Si hace cuatro o cinco años, cuando empezábamos a sufrir las inclemencias de la crisis, cuando nos decían que teníamos que apretarnos el cinturón, que había que subir todos los ivas habidos y por haber, que para empezar a disfrutar de la jubilación había que esperar un poco más, que había que renunciar a algunas pagas extraordinarias, y tantas y tantas penurias más, hubiéramos convocado un referéndum, habríamos acabado con la crisis en un pispás.  

Claro que lo mismo podría haber hecho Portugal o Irlanda, con lo que también hubieran terminado con ella en cosa de días.

A la vista de esta avalancha de referéndums, tal vez a Alemania se le hubiera encendido la bombilla (aunque me temo que siempre la tienen encendida) y se les hubiera ocurrido celebrar otro para saber si los alemanes están dispuestos a poner las cantidades de dinero que han puesto, aunque algunos socios digan que no se lo van a devolver. Digo a los alemanes porque son los que más dinero ha puesto, pero podríamos preguntar a todos los europeos, qué les parece eso de prestar dinero sin tener las suficientes garantías de que se lo vayan a devolver. Porque no nos engañemos, esto de prestar dinero  no es un acto de beneficencia, no es algo que surja del puro y limpio corazón del que da, sin esperar nada a cambio.

En fin, que esto de convocar un referéndum cada vez que la cosa pinte mal, no creo que sea la mejor manera de resolver los problemas, más en el caso griego, cuyo gobierno ha salido elegido democráticamente hace poco, por lo que es de suponer que los griegos aún no han tenido tiempo para perder la confianza en ellos. Sí puede servirles para entrar en la eurocámara con más fuerza, con paso más firme, pero no creo que eso haga retroceder a la Troika.

Creo que en una comunidad hay que ser flexible, apoyar al más débil, ayudarle a salir del bache en el que puede haber caído, aunque sólo sea por motivos egoístas, porque si quien te debe dinero, no sale del bache, no te la va a poder devolver. Por otra parte, quien ingresa en una comunidad, y ese ingreso se ha hecho a petición propia, debe saber las condiciones, los deberes y los derechos a los que está sujeto desde el momento en que pertenece a esa comunidad, y debe hacer cuanto está en su mano para cumplir con los compromisos adquiridos.

No es bueno, que unos y otros mientan para arrimar el ascua a su sardina.

Las bases en las que debe sustentarse una comunidad son la verdad y la confianza.

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