"Solo hace falta que te guste la música", es la invitación de Matilde Chaves de Tobar para sumarse a la Agrupación Instrumental Guitarras Munibar, con 10 años de andadura
Dicen que la guitarra tiene cuerpo y alma. Cuerpo de madera que da forma a este instrumento musical, esa voz de profunda madera desesperada, que dijo el poeta Nicolás Guillén. La guitarra se rinde a los dedos de quien siente la música. Un instrumento que es protagonista de una iniciativa que a través de la música también quiere hacer barrio. 10 años de andadura de la agrupación instrumental Guitarras Munibar, formada por niños y adultos. "Solo hace falta que te guste la música". Es la invitación de Matilde Chaves de Tobar, bajo cuya dirección las guitarras suenen en una de las últimas sesiones del curso escolar, y a la que nos hemos sumado para hacer algo tan estimulante como escuchar los acordes de una guitarra.
10 años haciendo música y descubriendo los secretos de la guitarra. Una apuesta musical que no termina aquí porque la Asociación Vecinal Munibar, satisfecha con la andadura, quiere dar un paso más allá y seguir apostando por la música como nexo de unión y participación.
El grupo actual cuenta con 30 integrantes, de 3 niveles, con repertorios musicales adaptados a sus conocimientos y nivel de aprendizaje. El grupo ha estado ligado a la Escuela Hispánica de Música, habiendo sido invitado en diferentes ocasiones para actuar en conjunto con sus alumnos, tanto en las Clausuras de Año Escolar como en conciertos en otras localidades salmantinas (2008/09). "Entre sus repertorios se cuenta con música española, pasodobles y música tradicional salmantina, así como música infantil, obras latinoamericanas y obras de compositores clásicos", explica Matilde Chaves, añadiendo que "el extenso abanico en su repertorio ha permitido a los alumnos tener una visión global de la música guitarrística clásica y popular existente".
Este año la agrupación, como despedida del curso, ha actuado en el Colegio San José Salesianos de Salamanca y en el municipio de Florida de Liébana, coincidiendo con el Día de San Antonio.
La agrupación instrumental no solo brinda una lección de música, profundizando en el conocimiento de un instrumento tan conocido como la guitarra, sino también de aprendizaje intergeneracional, ya que al estar abierto a todas las edades se ha convertido en la mejor excusa para aunar juventud y veteranía e, incluso, en una forma de compartir aficciones entre padres e hijos. Las clases terminan, pero no las ganas de seguir haciendo música, por eso con el nuevo curso volverán a sonar las guitarras en Pizarrales.