Es indudable que la juventud es un período de nuestra vida con demasiada energía y ganas de desbordar todos los límites. El disfrute de la noche, tan mágica ella siempre, quizás sea la mejor expresión de ello. En una ciudad universitaria del tamaño de Salamanca, con cerca de 30.000 estudiantes de esas edades intentando también disfrutar de la vida, el atractivo de la noche se engrandece trascendiendo nuestros límites. Y económicamente hablando se ha convertido en un sector de actividad de enorme trascendencia y, quizás, ¿demasiada influencia?.
Pero parece que los excesos en la noche, que se observan desde hace años, están superando cualquier límite. Existen desde hace tiempo conflictos de convivencia con los vecinos de las zonas donde se concentra esta actividad, el propio mapa de ruidos lo detecta y propone soluciones. Problemas de orden público también existen, aunque no parecen trascender todo lo que debieran. En realidad los problemas diversos se acumulan. Y tanta fama ha hecho que algunos imiten prácticas de zonas costeras con lamentable imagen, con el auge de las despedidas de solteros especialmente, o exacerbando el machismo, siempre presente en la noche, donde el desprecio a la mujer lo convierten en un atractivo. Todo parece indicar que hay demasiado desaprensivo ganando dinero de cualquier manera en este mundo.
Es indudable que existen herramientas para afrontar los problemas desde la administración. Aunque algún concejal con años de experiencia parece no conocerlas, lanzando inconsistentes planes de ocio mediante llamamientos a todos, después de haber despreciado a quienes han puesto encima de la mesa estos problemas, seguramente porque las mayorías absolutas conllevan una sapiencia infusa sobre todo.
Hace años se lanzó la idea de impulsar un denominado "Pacto por la noche". Recuerdo que Equo insistió en ello, poniendo ejemplos de ciudades españolas donde parece que hubo resultados interesantes. Decía antes que existen herramientas coercitivas para afrontar el problema, pero sin duda es el entendimiento y la recuperación del respeto entre todos los actores afectados la mejor forma de reconducir la situación. En las recientes elecciones municipales Ganemos Salamanca ha recogido esa solución, garantizar el respeto ciudadano (a las personas) sin perjudicar la actividad económica ejercida de buena fe. Los desaprensivos siempre encuentran un resquicio para burlar las leyes y las normas, por ello lo mejor es dejarlos sin espacio desde el rechazo social. Nos jugamos demasiado como para asustar al turismo razonable que quiere disfrutar de nuestra ciudad, también por la noche.
Aprovechando, y aunque no tiene nada que ver, ¿son estas fechas las más adecuadas para podar árboles?. En el Zurguén la actividad a este respecto es frenética. Quizás una plantación de árboles más adecuados en su momento hubiera evitado los problemas que generan árboles de gran porte situados a exactamente 2 metros de las fachadas de las viviendas. Aunque lo mejor es no insistir, no sea que al final los árboles padezcan alguna plaga repentina de esas que nos asolan últimamente y los corten.