Escondido en la Ourense profunda, nos encontramos con uno de los paradores más enigmáticos de la región gallega. Rodeado de naturaleza, el Parador de Santo Estevo, antiguo monasterio, domina con su presencia el serpenteante recorrido de la Ribeira Sacra en un entorno, como mínimo, de película.
Para los amantes del misterio la llegada al paraje resulta impactante, y es que un cementerio tan antiguo como bello nos recibe junto al aparcamiento. Cabe destacar que la magia del lugar gana aún más en días tormentosos.
Tras un breve recorrido entre las ánimas que habitan el camposanto, nos introducimos en la iglesia para contemplar sus hermosos y sencillos vitrales.
Ya dentro del parador, destaca la calma extrema que se respira sobre todo en uno de los claustros que componen el recinto, donde la claridad de las piedras resplandece como si estuvieran compuestas de luz.
Además de todas estas maravillas, otro de los encantos del lugar es el bosque al que podemos acceder desde el interior, donde se encuentran las ruinas de los antiguos hornos del monasterio.
Pero eso no es todo, y es que el Parador de Santo Estevo también cuenta con sus propias leyendas, como era de esperar. Por ejemplo, la de los nueve anillos. Se dice que el monasterio custodiaba en su interior nueve anillos pertenecientes a nueve obispos, y que estos poseían propiedades milagrosas. A ellos se les atribuyen, entre otras, la sanación de una niña que sufría ceguera de nacimiento.
El Parador de Santo Estevo es por tanto una visita obligada para todos aquellos que quieran alejarse del bullicio de la ciudad, reencontrándose en una atmósfera cuanto menos especial, que aseguro no dejará indiferente a ningún viajero.