Los agentes de la Policía Local han supervisado el paso de 2.779 vehículos en los controles
La campaña especial sobre el control del uso del teléfono móvil y de otros dispositivos susceptibles de provocar distracciones al volante, llevada a cabo en Salamanca por la Policía Local entre los pasados días 20, 21 y 22 de junio, se ha saldado sin sanciones. No obstante, 32 conductores fueron informados "in situ" por los agentes policiales sobre los riesgos de mantener conductas desentendidas o despreocupadas al volante.
Además se detectó a seis conductores que hacían uso de dispositivos de manos libres durante la conducción. Durante las fechas indicadas, los agentes de la Policía Local salmantina han supervisado el paso de 2.779 vehículos en los controles efectuados al efecto. Las sanciones por el uso del móvil, navegadores u otro tipo de pantallas informáticas durante la conducción ascienden a 200 euros de multa y llevan aparejada una propuesta de retirada de tres puntos del carné de conducir. Esta campaña se ha realizado en colaboración con la Dirección General de Tráfico y en cumplimiento de la programación de las campañas y operaciones de Vigilancia y Control para el año 2015, sin perjuicio de la vigilancia normal que se realiza durante todo el año.
Todas estas operaciones de control de la Policía Local se han realizado en puntos donde no se obstaculizaba la circulación del resto de los usuarios de las vías urbanas, variando las horas y los días de los controles al objeto de llegar a los diferentes sectores de conductores y de concienciarlos sobre la peligrosidad inherente a las conductas mencionadas.
Las distracciones durante la conducción constituyen una de las principales causas de los accidentes de tráfico y aparecen como factor concurrente en más de un tercio de los accidentes que se producen en zona urbana, por lo que resulta necesario desarrollar y reforzar las actividades de prevención, vigilancia y, en su caso, denuncia de estas actitudes antirreglamentarias. Particularmente, el uso inadecuado del teléfono incrementa considerablemente el riesgo de accidente vial, no solo por el empleo incorrecto o deficiente de las manos, sino precisamente por la distracción o despiste del conductor.