LA BASTIDA | Personal del municipio ha trabajado durante estos días para limpiar el estanque y proceder a su llenado
Una de las inequívocas señales de que se acerca el verano son los preparativos que Ayuntamientos e instituciones comienzan a llevar a cabo en las piscinas municipales. El pequeño pueblo de La Bastida, en la Sierra de las Quilamas, no tiene piscinas 'artificiales' pero en contraprestación puede presumir de una de las zonas de baño más pintorescas de la provincia.
En los últimos días personal del municipio ha estado trabajando en las pozas del arroyo de La Bastida, dos estanques que conforman una piscina natural y que desde tiempos remotos es uno de los lugares de ocio más visitados de la localidad, tanto por los propios vecinos como por los visitantes.
Los trabajos han consistido en el vaciado total de las piscinas y la limpieza del fondo para quitar lo más posible la suciedad acumulada durante estos meses de invierno. A continuación se ha procedido al cierre de las compuertas para iniciar su llenado. Cabe señalar que estas pozas, además de una zona de recreo estival, suponen una reserva hídrica para luchar contra posibles incendios en la región además de utilizarse como estanques de regadío para los agricultores de la zona.
Un lugar para disfrutar y olvidarse del mundanal ruido y dar veracidad a la máxima de este pequeño municipio de las Quilamas cuando exclaman: 'Pura vida? La Bastida'
Raúl Mateos-ENTRESIERRASrd