No, no va de política.
Manejamos en el lenguaje determinadas frases hechas con las palabras derecha e izquierda, en las que queda definido que la derecha expresa lo bueno y la izquierda lo malo.
Cuando queremos decir que hemos tenido un mal día, decimos que nos hemos levantado con el pie izquierdo. Para referirnos a algo o alguien muy querido, decimos que es nuestro ojito derecho. También indican situación de preferencia, por ejemplo, en un podium el segundo se pone a la derecha del ganador y el tercero a la izquierda. Y Jesús está sentado a la derecha del Padre.
Puesta a satisfacer mi curiosidad por saber de dónde surgieron estas pintorescas clasificaciones, fui a dar a la revista Psychological Science, en la que se hace referencia al estudio sobre este tema de los investigadores del Instituto Max Plank de Psicolingüística (Países Bajos) y Evangelia Chrysikon de la Universidad de Pensilvania (EEUU),
En este estudio se citan textos religiosos como El corazón del sabio está a su mano derecha, más el corazón del necio a su mano izquierda (Biblia del rey Jacobo), y Según la sharia, los musulmanes deben comer y beber con la mano derecha porque únicamente Satán emplea la mano izquierda.
La conclusión a la que llega este estudio después de los análisis realizados que no ha lugar referir aquí en toda su extensión, es que Los conceptos de bueno y malo están arraigados en las experiencias corporales de los individuos y pueden cambiar si se alteran los patrones de esa experiencia. Así de simple.
Como tengo un hijo zurdo, me queda pendiente preguntarle si su percepción de bueno y malo con relación a derecha e izquierda, es distinta a la de los diestros, que es lo que yo he llegado a entender después de meterme a leer estudios científicos sobre el psicolenguaje.
Y por si usted, lector, quiere ahondar más en este tema, dejo aquí el enlace en el que puede leer y entender seguramente mejor que yo este curioso tema.
cordis.europa.eu/news/rcn/33213_es.html