OPINIóN
Actualizado 31/05/2015
CÁRITAS

Mª José Recio, voluntaria en la parroquia de Santa Teresa ofreciendo clases de alfabetización, nos ofrece su reflexión esta semana y nos invita a no rendirnos.

Este lema de Cáritas, quiero pensar que ha sido una constante práctica en mi vida. Sin haber cumplido los diez años, fui separada de mis padres para venir a estudiar a Salamanca. Sólo volvía a casa en vacaciones y recuerdo las difíciles despedidas familiares, siempre acompañadas de esta enérgica 'frase - deseo' de quienes me querían: ¡No te rindas! ¿Esfuérzate cada día cuanto puedas! La vida es dura y exigente para todos, pero con ganas y esfuerzo se  superan las dificultades.

Quedan ya lejos en el tiempo estos recuerdos y muchas experiencias vividas que me permiten constatar ciertamente que el esfuerzo continuado y la actitud positiva y entregada, facilita el camino hacia una vida digna y feliz. Llegas a descubrir y a creerte que finalizar cada día con la conciencia tranquila y satisfecha en el quehacer cotidiano, te ayuda a descansar y te regenera pensando al levantarte que el mundo sigue siendo maravilloso, si valoras lo que tienes y no lo que te falta, si cooperas para mantener lo hermoso y para hacer un poco más felices a los demás.

La vida es el camino que cada persona tiene que recorrer, con aciertos y errores, con alegrías y penas entre caras dulces o ácidas, entre días soleados o grises. Los problemas y las dificultades son ingredientes que nos desestabilizan y maduran, que nos hacen más resistentes. Lo importante es comprometerse con la vida cada día, hacer con ganas, con ilusión y entrega lo que toca, ayudando o pidiendo ayuda, riendo o llorando con los de cerca o los de lejos, pero sin dejarte vencer, sin tirar la toalla.

A veces, perdemos un poco el rumbo, ¡hay tantas llamadas! Y tantas contrariedades... Por eso es necesario buscar y encontrar espacios, personas, fórmulas de encuentro para:

- Encontrar la fuerza, la seguridad y la alegría del grupo.
- Seguir creciendo en la formación, en el compartir, en el perfeccionamiento de nuestros conocimientos, habilidades, tareas...
- Empatizar con la gente que lo está pasando mal, caminando, acompañando, ayudando a paliar la situación.
- Integrarnos más y mejor en la realidad del mundo que en este momento nos toca vivir.
- Colaborar en la mejora de nuestro entorno natural y social (familiar, laboral, del barrio...)
- Crecer en confianza y autoestima personal, valorando nuestras capacidades y posibilidades de mejora.
- Estar atento y vigilante a cuanto ocurre a nuestros alrededor. Hay noticias que no interesa que nos lleguen y otras que nos hacen llegar sin que nos interesen.

No lo olvides: los sueños, las utopías, las metas se consiguen con esfuerzos y esperanzas compartidas y continuadas. Por todo ello... ¡Ánimo! ¡NO TE RINDAS!

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