Esta es la calle de los hermanos Pinzones, que eran unos marineros, tal vez una de las más incómodas, peor urbanizadas, sumamente destartaldas y abandonadas a su suerte; filigranas tuvo que hacer una grúa la otra mañana para poder sacar de la zona un coche averiado. Llena de agujeros, con las aceras por las que no pueden caminar dos peatones a la vez y con la calzada tan estrecha que peligran la pintura de los coches y los espejos retrovisores. La solución: aceras amplias, dignas, tapar buracos, asfaltar en condiciones y el aparcamiento a uno solo de los lados. Un tratamiento idéntico al del resto de las calles de Garrido Sur. Y no lo digo porque el que suscribe viva allí, que también.