Me parece increíble que, en la era de internet, los medios de comunicación digitales, las redes sociales, y los smartphones, el derroche de papel propagandístico por duplicado en casa y en las urnas. Siempre ha sido así, sí, pero ahora hay otras opciones.
Me pregunto dónde irán las papeletas que se han quedado fuera de las urnas, en los casilleros tras la cortina y en las mesas. De las que llegaron a casa por correo ya he hecho inventario.
Lo digo desde mi amor a la Tierra, porque como cuentista y dibujanta que soy cada papel es una historia, una posibilidad, un mundo. Pasada la jornada de reflexión y la de votación esperemos que llegue la del reciclaje. Cada uno lleva una misma realidad a su terreno y a mí me duelen los árboles.
Feliz semana y...¡a quererse mucho!