Cuenta la leyenda que, cuando Jesucristo estaba en la cruz, una bandada de pájaros le alivió el sufrimiento que le causaba la corona de espinas que llevaba sobre la cabeza, hiriendo su frente. Cada una de las pequeñas aves se encargó de sacar una de las espinas que se incrustaban en la carne del crucificado. Para agradecerles el favor, fueron bendecidas por este, transformando su carne en amarga para que no fueran cazadas. Recuerdo de su acto de generosidad son las manchas rojizas en su pecho, huellas de la sangre salpicada, que aún guardan. Los curas, antaño, eran los primeros que te recordaban que las Golondrinas, Hirundo rustica, eran animales sagrados y no se podían matar; ni los ateos se atrevían a tanto.
Para los griegos, que les daban el nombre de "khelidôn", eran un símbolo de la felicidad, la fidelidad, el nacimiento y, sobre todo, de clarividencia. Plinio, el Viejo, uno de los primeros geógrafos que dejó documentos escritos, afirma que la golondrina le devuelve la vista a sus polluelos, que nacen ciegos, alimentándolos de Celidonia, Cirigüeña o Golondrinera, Chelidomium majus, una planta medicinal de las más importantes que se utilizaban en la antigüedad, como bien nos enseña el refranero: "la cirigüeña, de todos los males es dueña". Así, los griegos creían que matar una golondrina traía mala suerte o podía dejarte ciego.
Ni Dios se iba a imaginar que, un par de milenios después de bendecirlas, el personal del Ayuntamiento de Villares de la Reina, mediante una pala mecánica, iba a destruir decenas de nidos de golondrinas, unos 80, hecho que fue rápidamente denunciado por algunos vecinos. Si suponemos que en cada nido hubiese cuatro polluelos, aunque lo habitual son cinco, resulta que han matado 400 pequeñuelos de una especie protegida en nuestro país por varias leyes, ya que está catalogada como especie vulnerable, por lo que su "muerte, o la destrucción de su hábitat, en particular del lugar de reproducción, invernada, reposo, campeo o alimentación", puede llegar a castigarse con multas de entre 5.000 y 200.000 ? [http://bit.ly/1GudZEM].
Estas pequeñas viajeras, pueden recorrer hasta 20.000 km anuales, desde Reino Unido hasta Sudáfrica, donde pasan el invierno. Cada año, según los datos estimados de SEO/BirdLife, perdemos un millón, en parte por el abandono rural, en parte por el uso de pesticidas que matan los insectos de los que se alimentan, o por falta del "material" necesario para construir sus característicos nidos, o dónde colocarlos [http://bit.ly/1FDDVgz]. Tienen que llegar un grupo de ignorantes, ¡menos mal que tienen Concejal de Medio Ambiente!, para volver a dejar claro qué opinan sobre el respeto medioambiental quienes deberían velar por él.
Siempre fue considerada uno de los indicadores climáticos más fiables, seguidos por los agricultores de siempre, para lo que vuelvo al refranero: "Golondrinas tardías, invierno tardo; golondrinas tempranas, pronto verano"; "Golondrinas anticipadas, primavera muy templada"; "Golondrinas en vuelo alto, hace tiempo despejado; golondrina en bajo vuelo, anuncia lluvia en el cielo"; "Golondrina que alta vuela, no teme que llueva; golondrina que con el ala roza la tierra, lluvia recela".
Elegida Ave del Año del pasado 2014, la Golondrina común, ha sido adorada, cantada, pintada, esculpida y admirada, en general, hasta que se le ocurrió anidar donde las bestias bípedas las han crucificado? y, el domingo, a misa.