ENDRINAL | Medio centenar de personas participaron en la marcha hasta Monleón, Casillas y El Mensegal por los caminos que unen Entresierras. (GALERÍA DE FOTOS)
El Grupo Senderista Masqueandar, con sede en Endrinal, fue el promotor de una Marcha a Favor de Nepal. Una actividad en la que participaron unas 50 personas con el objetivo de llevar ayuda a los damnificados por los terremotos sufridos en Nepal los días 25 de abril y 12 de mayo.
Esta caminata solidaria consiguió recaudar 500 euros, entre las aportaciones de los asistentes a la marcha y al 'Km. 0'. Este dinero se entregará a SOS Himalaya, Fundación Iñaki Ochoa, de Olza, que lleva 7 años trabajando en Nepal.
El punto de encuentro de los senderistas fue la fuente de Endrinal, lugar desde el que se inició el paseo pasadas las 10 de la mañana, después de tomar un dulce y una pinta. Los participantes salieron del pueblo por el camino de Las Huertas para visitar la Chopa de las Huertas. Bajo su sombra hicieron la primera parada para conocer un poquito más de este árbol singular distinguido como 'Catedral Viva'. Continuaron durante un kilómetro por el camino asfaltado de Villardeleche hasta llegar a la portera de la dehesa de Monleón, por la que los participantes se adentraron campo a través. Allí les esperaba el río Alagón, con su sinuoso curso aunque con poco agua. Tras cruzarlo por los pasiles, siguieron el camino hasta llegar a Monleón, villa medieval en la que tomaron un tentempié antes de pasear por el barrio judío y conocer sus rincones más especiales.
La marcha continuó al traspasar la Puerta de Coria, siguiendo la pista de concentración hasta Las Casillas de Monleón. Desde este anejo, los caminantes, se adentraron en los caminos con más historia del recorrido, aquellos por los que transitaban los lugareños para ir al Molino la Yedra y a los frescos 'praos de abajo'. Pasada la Fuentita, llegaron al valle de El Mensegal, donde realizaron la parada larga para comer lo que cada uno llevaba en su cesta, tomarse un buen café de puchero y disfrutar de este entorno mágico.
Desde el santuario, regresaron a Endrinal por el camino viejo, hasta la carretera que une Endrinal y Los Santos. La jornada concluyó sobre las cuatro y media de la tarde "con la mochila cargada de buenas sensaciones y, lo más importante, poniendo nuestro pequeño granito para ayudar a quienes lo necesitan", manifiestan desde la organización, que también agradecieron la colaboración de los participantes y de todos los colaboradoras.