En pleno periodo de estudio y ante la inminencia de los exámenes son muchos los alumnos universitarios que se enfrentan al temido estrés. Esta situación es universal y los métodos para vencerlo son variopintos. Por ejemplo, en la Universidad de Licester (Reino Unido), la Delegación de alumnos ha encargado cientos de metros de papel de plástico de burbujas para rebajar la tensión de los exámenes. La idea es crear un espacio público en la universidad para que los alumnos acudan a él y exploten las burbujas de plástico. Muchos alumnos confiesan que la gratificación es instantánea y que el acto de explotar burbujas es más relajante que la meditación o el yoga. Michael Rubin, delegado de alumnos de esa universidad, asegura que la salud mental de los alumnos en la época de exámenes es una prioridad y que esta medida es más que necesaria.
En Australia, la Universidad de Canberra utiliza otro método para combatir el estrés: los zoos interactivos. Estos zoos consisten en traer animales a los campus universitarios para que los alumnos pasen momentos distendidos durante el estudio acariciando a corderos, dando de comer a patos o paseando junto a ponis o cerdos.
Esta última idea se aplicó también en la Universidad de Missouri en los Estados Unidos pero con la novedad de llevar a una cría de oso que acabó mordiendo a uno de los estudiantes. La universidad tuvo que asegurar por escrito que el animal no tenía la rabia.
Resulta sorprendente lo que puede llegar a hacer desde las universidades para garantizar que sus alumnos se enfrenten a los exámenes con el menor coste emocional. Todo lo que sea por conseguir que se apruebe.
En fin, mucho ánimo para los que están ahora estudiando.