"Pico y pala" son las dos palabras con las que Esperanza Aguirre, la candidata por el PP a la alcaldía de Madrid, organizará la campaña electoral. Analizado con cierta perspectiva histórica parece un lema más propio del movimiento obrero decimonónico que de un partido conservador, liberal o reformista. De hecho, la chispa y la gracia de este lema no lo tienen las palabras por separado sino el significado que juntas consiguen transmitir.Nos sitúan en el imaginario político del mundo obrero, es decir, un ámbito profesional que prioriza la acción manual frente a la acción intelectual. El pico y la pala son herramientas vinculadas a un determinado tipo de trabajo: el manual. Un trabajo que se realiza a pie de obra y no en los gabinetes o despachos intelectuales. Les está diciendo a los militantes que tienen que patearse las calles, ir de puerta en puerta y pelear todos los votos posibles desde la militancia más básica, no desde los gabinetes demoscópicos.
También nos colocan ante una ética de la solidaridad de quienes sufren juntos las penalidades de ese duro trabajo manual. Estamos ante un mensaje muy claro a los militantes y simpatizantes para que se sientan unidos en el sufrimiento, como si los casos de corrupción que les han afectado fueran tangenciales a un proyecto político en el que creen. Se trata de una solidaridad de la que no pueden presumir otros obreros de la política que en cada comunidad autónoma tienen un discurso diferente. Como sucedía en los debates de la II y III internacional, esta solidaridad manual y obrera no entiende de patrias, naciones o tribus enfrentadas.
Por último, reivindican cierta moral de resistencia ante el advenimiento de los enemigos confesados de la sociedad abierta. El resto de las fuerzas políticas no han hecho una defensa clara y contundente de lo que Popper llamaba "sociedad abierta"; andan más preocupados por el modelo de estado que por el modelo de sociedad, les preocupa menos la sociedad civil que los cargos y las administraciones públicas; han pensado menos los deberes que los derechos, las oportunidades sociales que las subvenciones estatales.