Ojalá todos los días tuviéramos tan cerca la magia de la lectura
Esta semana le dedico esta columna a todos los niños que se acercan a la literatura y a la poesía con la mente y el corazón ávidos de sueños. Para aquellos que han ido a la Plaza Mayor y han tocado, manoseado, saboreado,... libros llenos de caricias.
"MADRINA, ¿POR QUÉ QUIERE QUEDARSE LA LUNA?"
[Eso me preguntó mi ahijada un día, y la luna la oyó, pensó que yo era un hada madrina y me dijo:]
Madrina, quiero quedarme,
me dice la luna,
aunque sea la una,
haz magia con la varita
cargada de plumas.
Quiero ver a los niños
jugando en los parques,
a las niñas bailando y
durmiendo a las brujas.
Quiero oler, madrina,
el aire caliente y dulce del mediodía,
mientras los pájaros cantan,
moviendo las ramas,
burlando a las hojas.
Quiero quedarme, madrina,
dile a la niña
que cierre los ojos,
desee el milagro y
juntas mováis
la vara del mago.