Critican que se gestione como "una empresa privada" y que "se nos pretende imponer unas pautas de actuación, entre las que destacan la confección de un número concreto de actas de droga y armas y las identificaciones indiscriminadas en la vía pública". To
El SUP de Salamanca, Sindicato mayoritario en el Cuerpo Nacional de Policía, ha denunciado las presiones de sus jefes para que se cumplan determinados objetivos operativos, como por ejemplo, intervenciones de droga, que se incrementan cada año. Por eso, critican que se gestione como "una empresa privada".
"Con la excusa de cumplir estos mal llamados objetivos operativos, se nos pretende imponer unas pautas de actuación, entre las que destacan la confección de un número concreto de actas de droga y armas y las identificaciones indiscriminadas en la vía pública, para ello la jefatura presiona, acosa y amenaza a los funcionarios para que las lleven a cabo", afirman desde el SUP.
De la misma manera, los portavoces del sindicato advierten que "esto puede originar que algún funcionario, para cumplir los objetivos impuestos, se extralimite en sus funciones e incurra en alguna ilegalidad".
Nota del Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Salamanca
Hace tiempo que el Cuerpo Nacional de Policía está siendo gestionado, por sus responsables, como una empresa privada. Debido a esto los gestores de la DGP fijan unos objetivos operativos que cada año van aumentando, esto quiere decir que si el año pasado se levantaron en Salamanca 1.000 actas de intervención de droga, este año exigen 1.100 y el que viene exigirán 1.200. Esto supone que llegará un momento, si no ha llegado ya, que los objetivos resultarán imposibles de cumplir, máxime cuando los efectivos humanos son cada vez menores y los medios materiales peores.
El SUP de Salamanca, Sindicato mayoritario en el Cuerpo Nacional de Policía, quiere poner en conocimiento de la opinión pública las presiones que los policías están sufriendo por parte de la jefatura de la plantilla. Con la excusa de cumplir estos mal llamados objetivos operativos, se nos pretende imponer unas pautas de actuación, entre las que destacan la confección de un número concreto de actas de droga y armas y las identificaciones indiscriminadas en la vía pública, para ello la jefatura presiona, acosa y amenaza a los funcionarios para que las lleven a cabo. Desconocemos los motivos por los que se alientan estas prácticas pero, como ya ocurre en otros Cuerpos de Seguridad, el afán recaudatorio de la Administración puede estar en el trasfondo.
La Policía, no es una empresa privada y no puede ser gestionada como tal, no es una empresa que tenga que dar cuentas a sus socios y cumplir unos objetivos económicos. Es un cuerpo dedicado a la atención al ciudadano, que debe responder cuando se producen los actos delictivos o cuando son demandados por una emergencia. Sus integrantes, profesionales formados y con un alto grado de implicación, saben cuál es su cometido y como deben desempeñarlo.
El trabajo de un policía exige una concentración y una atención excepcional, en segundos puede pasar de una situación de tranquilidad a una situación de máximo estrés. Esto supone tener que tomar una decisión, en décimas de segundo y sin apenas meditarla, de la que puede depender su vida, la de su compañero o la de terceras personas. Si el policía, debido a presiones exteriores y ajenas a él, no se encuentra en óptimas condiciones para desempeñar su trabajo, puede cometer un error con graves consecuencias.
Esto puede originar que algún funcionario, para cumplir los objetivos impuestos, se extralimite en sus funciones e incurra en alguna ilegalidad. Por este motivo desde el SUP aconsejamos a nuestros afiliados en particular y a todos los compañeros en general, que no caigan en el error de verse influenciados por estas presiones y realicen su trabajo dentro de la más estricta legalidad, que sigan cumpliendo con su cometido como lo han hecho siempre, dando a los ciudadanos un trato exquisito y profesional, solucionando en la medida de sus posibilidades cuantos problemas tengan estos y persigan el delito con los medios que la ley pone a su alcance.
En Salamanca a 13 de mayo de 2015