Metidos de lleno en un período sobresaturado de procesos electorales que nos condena a no saber en qué momento recuperaremos la normalidad, y cuando esto no ha hecho más que empezar, ya estamos asistiendo a un espectáculo, cuando menos, pintoresco.
Después del ensayo de las últimas elecciones al Parlamento Europeo y el resultado de las elecciones generales de Grecia, más de uno creyó despertarse de un sueño que le había trasladado a principios del pasado siglo. Es como si al mundo entero se le hubieran caído "los palos del sombrajo" y, a partir de ese momento, pudiéramos atar los perros con longanizas. Acababan de tocar a rebato para acabar con la "casta" porque "ahora le toca a los nuestros". Ya está bien de que el empresario gane dinero, cuando es a él a quien menos falta le hace. Ahora se van a enterar los ricos de lo que vale un peine. Nosotros somos los que verdaderamente podemos repartir la riqueza según nos parezca oportuno. ¡Ah! Y eso de apretarse el cinturón? ¡se acabó!, porque cuando estemos gobernando se van a hacer las cosas de otra manera. Que a nadie le falte de nada. Si no hay dinero, se busca. Y eso de pagar la deuda, se hará cuando se pueda; y si no se puede, que se aguanten. De entrada, que se vayan preparando los corruptos porque acabarán todos en la cárcel, pero eso sí, después de que devuelvan todo lo que se han llevado.
"Claro está que el problema en Andalucía es menos grave porque, según se puede ver, allí nadie se ha llevado ni un euro. Todo se ha hecho dentro de la legalidad. ¿Cómo puede haber gente tan mal pensada que pueda asegurar que, habiendo una inflexible Presidencia de la Junta, unos muy dignos Consejeros, y todo un ejército de inspectores pendientes del correcto empleo de los fondos estatales, se iba a permitir la desaparición de miles de millones de euros? ¡Imposible! Eso son ganas de desestabilizar. Otro montaje más de la derechona. No solamente es mentira sino que ahora vais a comprobar cómo se acaba con la corrupción. Los corruptos serán otros. ¿O es que para nosotros no vale la presunción de inocencia? ¡Menos mal que los teníamos aforados!"
¿Alguien piensa que estoy exagerando? Ya sé que gente de otros partidos ?hasta de los neófitos- también han metido la mano, y algunos "bien metidas", aunque, seamos sinceros, bastante menos que en Andalucía, donde personas muy concretas se han llevado el dinero de los parados. Pero claro, la vara de medir se ha extraviado y no podemos aplicarla en todos los casos. El rigor debe ser igual para todos, pero mucho más "igual" cuando se aplica a la derecha porque, según parece, la honradez es patrimonio exclusivo de la izquierda. ¿No os parece que ya va siendo hora de olvidarnos de "derechas" e "izquierdas", y de "rojos" o "azules"? Vamos a hablar de personas honradas y de delincuentes, sean de donde sean. Y quiero pensar que en todos los partidos hay políticos dignos de la confianza de sus votantes y otros que no lo son; personas que llegan a la política para tratar de mejorar la vida de sus conciudadanos y otras que buscan un trampolín para el provecho personal.
En estos momentos tenemos dos escenarios que pueden aclarar posibles dudas. Cuando hizo su aparición el "fenómeno Podemos", tan hábilmente aprovechado por sus dirigentes como descaradamente apoyado por medios de comunicación insospechados, un elevado número de españoles, disconformes con su propia situación particular e inteligentemente utilizados bajo el paraguas de los "indignados", observó con verdadera satisfacción el triunfo en Grecia de sus "compañeros" de Syriza y vio en ellos al "Podemos" heleno. Pasada la euforia -palabra griega-, llega el momento de gobernar y las promesas no pueden cumplirse, los sueldos no pueden pagarse y la Unión Europea apremia porque quiere cobrar y comprueba que Tsipras, además de no pagar, se muestra altanero. Si en España tenemos alguna duda ya sabemos lo que se puede esperar en el gobierno de aquellas instituciones que dependan del voto de Podemos.
El otro escenario actual es Andalucía. Todo el mundo se rasga las vestiduras antes que facilitar la elección de una Susana Díaz que se resiste a limpiar su Institución. Si le dan su apoyo, resultarían salpicados por la corrupción; si no se lo dan ?cosa que siempre hizo el PSOE- todos lo demás partidos se convertirían en responsables de una situación a la que han arrastrado al pueblo andaluz los de más de 30 años de gobierno socialista. Pero, veamos: ¿Alguien sabe dónde están los euros que faltan a lista? De los que han sido llamados a declarar ¿alguno ha visto algo? ¿La responsabilidad está de vacaciones?
A estas alturas de "curso" todos debemos tener la "asignatura" bien aprendida y, a la vista de los acontecimientos, tomar aquella decisión que nos parezca más favorable. No debemos olvidar que lo que diferencia a unos y otros partidos, a la hora de llevar a cabo la labor de gobierno, es la forma en que cada uno afronta la política económica con la clara finalidad de poder elevar el nivel de bienestar de los ciudadanos, además de la creación de empleo, la educación, la sanidad, la seguridad, la libertad, la máxima integración en aquellos organismos internacionales donde se toman decisiones importantes, etc. Ya se sabe que nadie tiene una varita mágica, pero sí conviene fijarse en cuál ha sido la evolución experimentada desde que entran los gobiernos hasta que salen; cómo se encontraron la casa y cómo la han dejado. Es decir, meditar el voto para no tener que lamentarlo. De momento, en Inglaterra acaban de celebrar elecciones y, con una democracia que nos saca bastantes cuerpos de ventaja, no han dado ningún salto al vacío y, con mayoría absoluta, han renovado su confianza en los conservadores. Sin embargo, la "broma" del experimento griego ya nos está salpicando a todos. Que cada uno se aplique el cuento para evitar que los indignados acaben convirtiéndose en defraudados.