En el principio fue el "homo habilis", que, una vez que se puso de pie, hacía las cosas con sus extremidades, con las superiores y con las inferiores. Luego fue el "homo sapiens" que hacía las cosas con la cabeza. Ahora ha regresado el "homo hábiles" y es millonario y el que domina el mundo. El "homo sapiens" nunca fue millonario a no ser que se valiera de la de habilidades, destrezas e incluso marrullerías del "homo habilis". Estamos en la era de las extremidades, sobre todo de las inferiores. Porque con ellas el ser humano se ha hecho millonario: con los pies. Míralo/la con un pantaloncito corto luciendo las piernas más o menos peludas.
En los pies se pone unas zapatillas o botas de deporte de marca y de colores chillones. Se mueve con agilidad de felino llevando entre los pies (o en su caso en las manos) una gran pelota que conduce hacia una portería (o en su caso hacia una canasta, o hacia otros diversos agujeros o vacíos, que tiene sus nombres propios). Cuando tiene en su punto de mira el rectángulo con red, posible receptáculo de la pelota que mueve con habilidad la introduce entre los postes, bien sea por medio de una vaselina, una parábola , un tiro raso o un disparo desde medio campo, por poner algunos ejemplos; eso si no se lo impide otro "homo habilis" que se le interpone con sus extremidades superiores bien enguantadas (o también con las inferiores), que se llama portero. Si el primero logra meter el balón en la portería del segundo, su adversario, entonces es el delirio. Hay un griterío en la grada del estadio.¡Gol? gol? gol?! Y cada uno de esos goles vale millones. Y así el "homo habilis" es una fábrica de hacer millones. Por eso es millonario. Y también lo son los que se contagian o se aprovechan de sus habilidades, en el buen o mal sentido de la palabra. Y dicen estos días que el homo habilis se va a poner en huelga. Es insaciable. Es que "hay en juego muchos millones".