Por ser un poco benévolo. Unos individuos a los que el caletre no les funciona bien, en especial si se cuecen, se llegaron hasta la plaza de Santa Eulalia y la emprendieron a coces los muy burros con este banco de pocos días, lo instalaron hace un par de semanas. Lástima de cámara oculta para perpetuar esta fechoría de unos animales de dos patas, pobres infelices que ni siquiera saben divertirse, gamberros estúpidos, especímenes que es preciso erradicar de las calles. Guerra sin cuartel a estos 'cabezas buque', 'salta praos' y 'abraza farolas' que hacen estragos en la noche, como si quisieran acabar con la tranquila y bonita movida salmantina. Unos días a la sombra y que paguen los destrozos.