No van a ser pocas las noticias de actividad económica que leamos estos días. Datos a la desesperada en la búsqueda de los electores indecisos. Mover a los electorados del color deseado con el trasfondo económico. ¿Qué hay detrás de los datos económicos en época electoral?
El español vota con el corazón? y con el estómago. Años después del analfabetismo rural y del caciquismo, llega el analfabetismo económico y los voceros de los speaker's corner financieros. Unos centrarán su discurso (ahora local y autonómico) en la estabilidad de no haber caído aún más en la crisis desde 2011 hasta ahora, otros en que la escuálida recuperación económica no llega a todos, otros en creer en el país y pensar que las nuevas inversiones ahora deben ser en personas y no en bienes? Ponga el lector el cascabel a cada gato y asignen su voto a cada una de las opciones.
Los británicos estos días han puesto ya su cascabel, probablemente iluminados tras una intensa y clarificadora taza de té? Y lo han hecho rodeados de un discurso tajante: empleo. Nadie quiere regalos, nadie quiere limosnas ni trabajos subvencionados? De los de allí hablo, claro. Competitividad, esfuerzo, garantías y flexibilidad. Ese es su ejemplo y es de lo que deberíamos hablar ahora aquí. España está agotada en lo que a creación de empleo se refiere. Esto no da más de sí y cuesta creer que estos Gobiernos de los mismos sean capaces de afrontarlo. Una vez más me viene a la mente Luis de Guindos. De los pocos economistas españoles, junto con Luis Garicano, que pueden presumir de una clarividencia tal sobre la economía española y el mercado laboral español que? apuntan sus direcciones de trabajo fuera de nuestro territorio, lógico.
Ver el encaje de cifras de la hacienda pública española y la inutilidad de sus esfuerzos por actuar sobre el mercado desespera a los más emprendedores. A saber sobre estas últimas noticias económicas en nuestro país:
Es tan larga la lista que se resume en una cosa: distingan la mentira tras el titular y lo que es mentira en sí misma desde el titular. De esta manera, hagamos en estos próximos 15 días economía electoral: a menos anuncios, menos mentiras; a más titular, más mentira. Alguno de los candidatos a las alcaldías municipales ya han dado claves para ir decidiendo, sólo con ver cómo enuncian su propio titular sobre el programa electoral, nuestra dirección de voto.