Cuando hace muchos años me dijeron los doctores que tenia Fibromialgia, yo no conocía esa enfermedad y ellos me explicaron que era una de las raras. Hoy ya se sabe qué es porque el número de personas que la padecemos ha aumentado y como consecuencia, la investigación.
Sucede que a nuestro lado muchas familias que tienen alguna miembro con una de "esas enfermedades raras" que nadie saben como se llaman, ni que tratamiento puede curarlas, están sufriendo lo indecible y luchando para encontrar apoyo.
Si este tema afecta a los niños, a mí me toca en lo más hondo de mi alma ya que son parte de mi existencia, por mi profesión de maestra y por ser madre.
Estas lineas van dedicadas a esas madres coraje que cada mañana se levantan con la mejor de las sonrisas, a pesar de que no han podido dormir.
A esas madres que están luchando por encontrar apoyos para la investigación de la dichosa enfermedad rara, que ni siquiera tiene nombre. A esas madres que no dejan sus profesiones y a las que parece que el día les ha regalado cinco horas más en el reloj, y sacan tiempo para todo.
Esas madres merecen que nosotros, los que tenemos la suerte de tener hijos sanos, nos volquemos para apoyar, cada uno desde su posición en la sociedad, a que se investigue y se encuentre un diagnóstico, un tratamiento y una solución.
Y al lado de esas madres conviven hombres maravillosos que quizá retengan sus lágrimas para no hacer sufrir más a sus parejas con su dolor, pero que llevan la angustia y la rabia guardadas en sus pechos y algunos las compensan jugando con sus hijos y otros trabajando más duro para intentar pagar las facturas de los tratamientos, que en la mayoría de las ocasiones, no cubre la seguridad social y que son imprescindibles para que sus hijos posean un poco de mejor calidad de vida.
No puedo terminar sin dejar una palabra de agradecimiento a los familiares, abuelos, hermanos, amigos y personas anónimas o famosas que se unen a esta causa y que como yo, quieren que la investigación se haga realidad y se encuentre pronto una solución a tanto dolor.
Es tarea de toda la sociedad porque a cualquiera le puede llegar.