El crowdfunding es la nueva manera de buscar financiación. Con tantos recortes, con tanto ayudar a la banca y no ayudar a las personas, la gente se ha encontrado en casa, en paro, sin ingresos,? y cuando alguien tiene una idea brillante y va al banco (a uno de tantos que se han rescatado con el dinero de todos en vez de rescatar a la gente), resulta que los créditos se han congelado y no es posible, o al menos no es fácil, acceder a uno.
Así que te quedas en casa sin dinero y sin apoyos. Y, claro, en unos pocos meses, también sin casa, porque si no tienes ingresos, no puedes pagar la hipoteca o el alquiler o lo que sea, enseguida te desahucian con esta Ley, que nosotros mismos hemos debido aprobar no sé en qué momento ni en qué condiciones, en esta "democracia" en la que, por lo visto, con acercarte a las urnas una vez cada cuatro años (y, aunque no te acerques, porque por mucha que sea la abstención, con unos poquitos que vayan, ya se sienten legitimados), ya lo apruebas todo, todito, todo.
Pero la gente tiene imaginación. Y el siglo XXI tiene tecnología. Así que se ha juntado el hambre con las ganas de comer, se han puesto los distintos ingenios a trabajar cada uno por su cuenta, cada uno en sus coordenadas geográficas, y no se sabe cómo ni cuándo, pero si se sabe dónde: en la "nube", conectan unas ideas con otras y surgen en la red inventos de los más variopintos.
Uno de esos inventos es el crowdfunding. La gente que tiene ideas pero no tiene dinero para llevarlas a cabo, cuelga su proyecto en la red, donde lo ve todo el mundo, con lo que todo el mundo puede colaborar: uno de Madagascar con un proyecto en Alaska, un capitalista aburrido con un científico loco,?
Pues así se financia Ganemos Salamanca, con las pequeñas donaciones de la gente común y corriente. Con 10 euros tuyos, 1 euro mío y 50 euros de aquel que está allí.
Es sorprendente lo que muchos poquitos juntos pueden llegar a hacer.
Y es inevitable. Los que están acomodados en su sillón ven los cimientos de su "statu quo" peligrar y quieren poner puertas al campo cerrando páginas web con la excusa de que no se pagan derechos de autor, o no sé qué, basándose en las nuevas leyes que yo no sé muy bien cuándo y ni cómo las aprobamos. Pero a los pocos días, un ingenio de esta latitud, se junta con el ingenio de la latitud aquella, y surge una nueva página web, o un nuevo proyecto, o una nueva herramienta,? o un holograma que se junta con otros 18.000 para hacer una manifestación virtual contra la ley mordaza.
Ellos se empeñan en legislarlo todo y la World Wide Web, se empeña en demostrar que el mundo es muy ancho y muy largo. Y que aquí cabe todo. Y que nos cortarán unas alas pero nos crecerán otras.
No se puede poner puertas al campo. Ya no.