Estos días es difícil trastear por la red sin encontrarte con alguna noticia relacionada con plátanos, macacos y personajes de la más diversa índole banana en mano. Es un fenómeno del que me alegro por dos motivos. El primero, más obvio, por lo que supone de dar un paso al frente contra las actitudes racistas que aún hoy, siglo XXI, siguen presentes en la sociedad, a veces de forma más sutil y, a veces, de forma manifiesta como las que estamos presenciando en espectáculos deportivos con ciertos descerebrados lanzando plátanos. Y es que hay que ser muy tonto para tirar un plátano y con esto voy al segundo motivo de alegría por esta revolución banana. El plátano es una fruta interesantísima desde el punto de vista nutricional e injustamente acusada de hipercalórica y otros delitos.
Por tanto me alegra ver todas esas fotos de gente comiendo un plátano. Porque, vamos a ver, es cierto que la densidad calórica de un plátano es mayor que la de la mayoría de frutas? pero no tanto. Las calorías de un plátano son sólo unas poquitas más que las de una manzana o una pera. Pero es que, además, esas pocas calorías más provienen fundamentalmente de hidratos de carbono complejos, al contrario que la mayoría de frutas cuyas escasas calorías provienen de azúcares de más rápida absorción, además de contener proteínas, pocas, es verdad, pero esos 2 gramos de proteína por pieza cuentan a la hora del cálculo de calorías pero hacen del plátano una fruta más completa en lo que a aporte de macronutrientes se refiere. Y en esos dos gramos de proteína tiene especial importancia el triptófano, un aminoácido del que ya hablamos hace unas semanas y, recordando lo que comentábamos entonces, es el precursor de la serotonina. Lo de que es rico en potasio ya lo sabemos, que ayuda a reducir la excreción urinaria de calcio por esa misma razón también lo sabemos, que es ligeramente hipotensor también.
Menos conocida es su capacidad de estimular el crecimiento celular de la capa mucosa del estómago con lo que las personas con úlceras se pueden beneficiar de incluir plátanos en su dieta. Y excelente fuente de vitamina B6. Vamos, una fruta interesantísima desde el punto de vista nutricional y bastante saciante, con lo que puede (y debe) estar presente en cualquier dieta, incluso en dietas de control de peso. Queda claro que tirar un plátano es de descerebrados lo mires por donde lo mires. Ganan los macacos por goleada.