¿Lectores o juntaletras?

Gubernativamente hablando, somos un país de incultos: el actual Presidente del Gobierno alardea de que únicamente lee la prensa deportiva [http://bit.ly/1Ge9SIz], aunque le gustaría pasar a la historia como un gran estadista. Nada que ver con, por ejemplo, Napoleón Bonaparte, ese don nadie, que tenía en su mesita de noche "El Príncipe", y del que hizo una versión propia, o que leía desde su carruaje hasta dirigiendo las batallas. Esa es la diferencia entre la Ilustración y la actualidad: hemos cambiado lectores por juntaletras.

Aunque hayan encontrado los restos de Cervantes, si finalmente lo son, eso no alivia en nada nuestro ancestral orgullo por ser ignorantes. No es infrecuente oír la palabra "intelectual" con una connotación despectiva, para dejar claro lo que ¿pensamos? sobre quienes se preocupan por cultivar su mente.

Números oficiales sacados del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte nos dicen que hemos pasado de inscribir en el INBS 96.955 libros, en el año 2009, a 65.942, en 2013, es decir, una reducción del 32%, en soporte papel. Por el contrario, en el mismo periodo, hemos aumentado un 43%, pasando de los 13.250 a los 23.188 libros digitales [http://bit.ly/1xnuJX1].

¡Estadísticas, estadísticas! Según las dichosas estadísticas, un tercio de las descargas de libros se hace de manera ilegal. Seguimos siendo el país del Lazarillo de Tormes; el país donde, para dejarte tuerto, soy capaz de quedarme ciego; donde los creadores, sean músicos, literatos, diseñadores, etc., son minusvalorados por todos, pues consideramos que las ideas son gratis.

Mientras descargamos por el simple hecho de descargar, la mayoría de las veces, destacamos por ser los mayores piratas del mundo desarrollado económicamente, lo que nos conduce a parecernos cada vez más a nuestros aliados norteamericanos, por su tremenda incultura; sólo así es explicable que una cuarta parte de españoles crea que el Sol es el que gira alrededor de la Tierra, o la tercera parte que los hombres hemos convivido con los dinosaurios [http://bit.ly/1DEvFHM]. Por cierto, los datos son alentadores, pues muestran una disminución de nuestra incultura, científica en este caso.

Obviamente, a determinados poderes les conviene que la ciudadanía sea lo  más ignorante posible, para hacer y deshacer a su antojo. Esa es una de las grandes diferencias entre los planteamientos de derechas y de izquierdas, en general: unos abogan por dotar de educación a la ciudadanía, los de izquierdas; mientras que, la derecha, suele basarse en justo lo contrario, para mantener los privilegios de las élites y sus herederos, como muy bien ha puesto de manifiesto el Ministro Wert.

Salamanca, mientras tanto, presenta su candidatura para ser designada Ciudad de la Literatura, por la UNESCO. Bienvenida sea la iniciativa, y el proyecto se lleve a cabo con sentido común, y los fondos públicos sean usados para lo que son: el bien común? siempre, y no para "un Rato".