Dicen que mis dibujos parecen hechos por un niño, pero nada es casualidad. Creo que ellos a veces los entienden mejor que los adultos, porque hablan un lenguaje sencillo y se sienten atraídos por los colores. Sin embargo voy más allá del tipo de ilustración y me centro en el mensaje.
Los niños necesitan muy poco para que activemos sus motores y para sentirse motivados. Tan solo con un guiño, un "estás mejorando" o simplemente un "buen trabajo" dicho en el momento oportuno, podemos producir efectos muy positivos en ellos. De hecho, hay veces que es lo único que necesitan para seguir intentándolo y no abandonar.
Tenemos la mala costumbre de dirigirnos siempre a ellos en negativo, en modo de prohibición y están tan cansados de oírlo que tenemos que inventar nuevas estrategias.
Por pequeños que sean, pueden hacer cosas grandes y eso tienen que saberlo cada día y es nuestra obligación recordárselo.
"NO PUEDO" no está en el diccionario ni en los libros.
Feliz semana y... ¡a quererse mucho!