El orgullo de ser salmantina se lleva dentro. No se presume de él ni se puede explicar y se amplifica cuando llegan días como este.
Según nuestra tradición, salimos al campo pacíficamente a disfrutar de un buen día con la familia y amigos. No puede faltar un buen hornazo típico de Salamanca ni la buena actitud de querer divertirse.
Orgullosa por ser algo que no hace daño a nadie, que todos podemos celebrar, que apenas cuesta dinero y que nos une tanto año tras año. Cada lunes de aguas es diferente al anterior y como buena tradición, queremos que siga viva, que no se desvirtue, que se respete a las personas y los espacios, que entre todos consigamos conservarla como lo que es; un buen día en la mejor compañía degustando una de nuestras mejores joyas gastronómicas.
Feliz semana y...¡a quererse mucho!