OPINIóN
Actualizado 10/04/2015
María Fuentes (Fotografías: Pablo de la Peña)

 

Hoy no escribo yo, hoy cedo mi espacio a mi hijo que al  igual que yo con su misma edad jugaba a ser poeta, juagaba con las palabras , con los "intríngulis" verbales, con los sentimientos expuestos en folios galgo y manchados de tinta china. Hoy siento un reconfortante sentimiento al, leer sus "poemas", un dejavú de adolescencia, una seguridad de que todo en él son sentimientos y eso no se adquiere, se tiene o no se tiene, eso no se estudia, ni se compra , viene de serie.

Siento el exponer esta vena paterna, pero realmente me gusta y mucho; que en una era dónde prima la "tecnología" alguien utilice un " bic ", donde la televisión y otros derivados alienan, alguien haya sabido escoger un camino, plagado de letras, de sentimientos encerrados en cada verso, de ideales expresados con letras y palabras de la RAE y no con símbolos y caras amorfas, con abreviaturas estúpidas y con combinaciones incoherentes.

Ahora y con su permiso, abro su ventana, y parte de su intimidad la expongo con la seguridad de que enriquecerá su devenir mundano.

Si pudiera ver,
si pudiera soñar,
si encontrara algo,
algo para ver,
algo para soñar.
Sin perder todo
sin ansiarlo más.
¿Qué puedo hacer?
¿ Qué me queda por intentar?
¿ Qué más puedo desear ?
! Lo que nunca alcanzo!
Deseoso de hallarte,
de tenerte,
de cogerte,
de nunca soltarte.
Como un tonto creyendo : ser poeta.
Ser el capitán de mi propio navío,
ser el dios de mi panteón,
el director de mi orquesta.
Pero...cuando me doy cuenta
 sólo soy un tonto más :
que escribe
que sueña,
que desea...
... pero al final,
siempre igual
solo soy un tonto más.

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