Hasta hace unos pocos años el calentamiento global y el cambio climático se consideraban delirios de unos pocos iluminados. Y de repente, hemos pasado de negarlos, a considerar que ya no hay marcha atrás, que están aquí para quedarse y que lo único que podemos hacer es tratar de ralentizarlos o de paliar sus terribles efectos. Y se hacen gestos de concienciación, como el de apagar los monumentos, o las fuentes, algún día a la semana unas pocas horas, por esas mismas Administraciones y Gobiernos que han venido negando sistemáticamente la gravedad del cambio. ¿No os recuerda un poco esas películas sobre los indios americanos?, ¿esas donde los ponen por las nubes pero después de casi exterminarlos?
Pues todos esos Gobiernos que hacen tantos gestos, deben de conocer que el pulmón del planeta, la Amazonia o Amazonía, está siendo nuevamente atacada. El Gobierno brasileño consiguió parar la deforestación durante algunos años pero ha empezado nuevamente. Y no son los pequeños propietarios los principales causantes de la misma, son los grandes, aquellos con propiedades superiores a las 500 hectáreas. En el año 2013 la superficie deforestada creció un 28% .
A este paso nos quedaremos sin pulmón . Eso sí, veremos muchas películas sobre lo maravillosa que era la Amazonia y que no se debió permitir que acabaran con ella y las veremos con la máscara de oxígeno puesta.