Me contaba el tío Anacleto
que su hijo un día le expuso
con dudosa idea de intruso
porqué era el toreo un soneto.
Porqué era poesía la lidia,
porqué emociona un natural,
porqué el estilo es plural
y la bravura se estudia.
Me explicaba y no entendía
porqué se llora en la cumbre
de una gran faena soñada.
Mira sobrino: es baldía
la fuerza que tiene el hombre
de explicar la madrugada.