La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) ha elaborado recientemente un informe acerca de los viveros de empresa en España, en el que se resaltan las cualidades que un buen vivero debe tener. Además, se ofrece una clasificación donde se destacan los 10 mej
Regiones o provincias relativamente pequeñas pueden ofrecer condiciones provechosas a sus emprendedores, al margen de su propio potencial económico. Si bien un buen acondicionamiento e instalaciones apropiadas ayudan, la clave reside en el personal humano. Estas compañías, pymes en su mayoría, precisan de asesoramiento y acceso a la financiación. Su porcentaje de éxito aumenta más de un 25% si se les apoya convenientemente, según citaba un artículo de Expansión esta semana.
Salamanca cuenta con tres viveros de empresas: Génesis, a las afueras de la capital; Iris, en Ciudad Rodrigo; e Innova, en Peñaranda de Bracamonte. Dependen de la Cámara de Comercio, por lo que su presupuesto es público. ¿No se puede llevar a cabo un plan de crecimiento que incluya participación de mecenas privados?
Dice mucho y dice bien que la provincia tenga cubierta esta necesidad, pero quizá haga falta un paso más. No hay en esa lista de los diez mejores ningún espacio al oeste de Madrid, si encuadramos los gallegos y asturianos en el norte. ¿Puede nuestra provincia convertirse en un foco de atracción y referencia para nuevos empresarios? ¿Es posible atraer a más start-ups y empresas de alta tecnología a través de la incubadora de la universidad para que aprovechen estas oportunidades?
La guerra que mantiene Juan Antonio Martín Mesonero, el presidente de la Cámara, con las instituciones no beneficia al vivero, desde luego. No es la primera subvención que se pierde por este enfrentamiento y no estamos como para derrochar ayudas necesarias.