Esa es la cuestión porque las fotos de Andreas Lubitz que se publican por todo el mundo en los medios de comunicación lo presentan como un tipo en una forma física envidiable, un "running" al uso, vamos poco menos que un atleta. Un tío en su peso, equilibrado, de salud física, parece, que envidiable. Aparentemente un hombre joven sano. Evidentemente el problema no estaba en su cuerpo, sino en su mente. ¡Ah, esa es otra cuestión!. La mente esa cosa que a día de hoy guarda tantos recovecos, ese laberinto que parece que entendemos, que parece tan comprensible científicamente?esa cosa, en fin, tan desconocida.
Ideal sería un equilibrio exacto entre salud mental y física, pero eso solo lo consiguen los presentadores(as) de los programas de José Luis Moreno (aunque la parte mental es discutible). En fin que es lo que hay mayormente: o pasados(as) de peso interesantes, inteligentes? o individuos(as) de físico perfecto o por ahí y erosionados del coco. Háganse a la idea. No hay otra. Nadie es perfecto.