Ante tragedias tan horribles; una ciudad, un país o el mundo se paralizan, pero dura horas o días para aquellos a los que no les ha tocado directamente.
Estamos tan acostumbrados a ver desgracias, que ya no nos parecen para tanto. Y ese es precisamente el problema, que lo vemos tan normal que no aprendemos de ellas.
No hay consuelo para las familias, lo sé. Solo se te pide a ti que sigues vivo que te des cuenta de lo que hay ante tus ojos. Que no se necesita "volver a nacer" para amar la vida que se te ha regalado. Que si aún puedes respirar nada más importa. Tú que estás vivo, vive. Que no venga una tragedia a recordártelo, que no le pase nada más a nadie para que empieces a valorar tu vida.
Algunos habrán decidido no volver a volar y otros jamás pensarán en dejar de hacerlo. Elige tu vida, porque es tuya.
Feliz semana y... ¡a quererse mucho!