Como marionetas, así, como marionetas circulamos por la vida asidos a cuerdas invisibles que nos mueven, nos guían, nos enredan , nos hacen caer y nos ayudan a levantarnos.
Días, fechas o momentos premarcados que hacen que todo ocurra como si el señor Murphy se hubiese apoderado de todas nuestras posibilidades de vida. Situaciones concurrentes que llenan el vaso de agua de la vida hasta rebosarlo como si se tratara de una gran catarata, derramando sufrimiento, esparciendo ansiedad, salpicando dolor.
Objetivos trabajados, incumplidos por la alineación de los planetas o por la sinergia negativa del momento, objetivos que quedan en la cuneta intentando que otro los recoja para darle vida, otra posibilidad, un fin, ese para el que se trabajo y ahora se ve alejándose en el horizonte.
Pero siempre hay que seguir, paso a paso, sin desfallecer, tarde o temprano la bruma se elevará y dejará paso al brillo del sol que nos inyectará otra sobredosis de vida, gasolina para llegar a un punto donde de nuevo el señor Murphy nos esté esperando, y ahí tenemos que poner sobre el tapete todo lo que aprendimos en la primera experiencia, todo lo que nos costo un sufrimiento y muchos sinsabores . Exponerlo todo , para ganar la partida para demostrar que aprendemos de los errores y no, que nos enrocamos en ellos.
Respiración entrecortada, sangre que no licúa, ojos que se apagan,esperanza que persiste y llega; y saldrá del quirófano de la vida con nuevas ilusiones y pasos rejuvenecidos, con brillo en la mirada de sus minúsculos ojos, elevados los hombros cientos de veces hundidos por el peso de las circunstancias, suaves las manos tantas veces jugando a diferenciar lo bueno de lo malo,asentará de nuevo sus pies otrora descalzos o mal calzados y dará firmeza a nuestras vidas y sentido a las vidas ya agotadas, a las que se fueron mucho antes de lo debido y a las que la memoria les jugo una mala pasada.
Y durante todo este camino , el señor Murphy , se alió con un pobre " herr " que decidió que los Alpes era un buen lugar donde descansar acompañado por los que tenían otros sueños,y desparramo tiernas miradas de infancia, amores incubando, acnés de intercambio, y dolor , mucho dolor para mitigar la locura que lo embriagaba .