OPINIóN
Actualizado 25/03/2015
Fernando Segovia

¿Es preciso que todo el mundo esté interconectado? Ah, yo no lo creo. Parangonando esta pregunta y su respuesta que casi le perteneció a Paul Klee en otros contextos, me reafirmo en pensar que no es para nada necesario que tal hecho suceda.


               Pienso que es el desmesurado afán de ganancia de los empresarios de aplicaciones móviles que motivan eso. Y por obvias razones. Y por ende, los gobiernos o grandes grupos políticos que intentan mantener bajo un control relativo los movimientos mentales de la población. Está muy bien que todo el mundo disponga de un terminal móvil para poder comunicarse. Pero lo que se disfraza como necesaria y conveniente comunicación, se acaba convirtiendo también en absoluto control sobre los ciudadanos. Control sobre la movilidad y sobre el pensamiento de los propios individuos. Nada suele escapar a eso. Pero también ese férreo control a veces tiene fugas. Fugas importantes. Y esas fugas propician movimientos sociales alternativos muy negativos al bien general. Grupos contrarios a la propia estabilidad del sistema (de este sistema casi global y occidental en sus principios). Pero a pesar de esas fugas se insiste en que es necesario seguir en el avance aunque se haga imposible regular debidamente todo el vastísimo campo de la comunicación. Que algo ineludiblemente se debe escapar y pagar como peaje al avance incuestionable del invento. Que es mucho mejor el que todos estemos comunicados aunque unos pocos (o muchos) lo utilicen para hacer mal. Pagamos ese tributo con sumo gusto.
            

  Y entiendo que no debe ser malo como aspiración universal tener un terminal móvil para cada ciudadano y poder comunicarse, pero lo que no alcanzo a comprender es el tremendo abuso y control de compañías de aplicaciones para móviles, que intentan coparlo todo, desde simples e inocuos mensajes de 140 caracteres, hasta el intercambio de archivos e imágenes amparados en perfiles verdaderos y falsos, y la mayor parte de las veces como soporte de mensajes auténticamente banales. Crearnos más y más comprometidas necesidades (y sin necesidad alguna de que las tengamos), ese es el objetivo. No sé si eso es ya pasarse. No alcanzo a conocer bien si todo eso es ya comunicación útil y necesaria o tremenda exposición pública de todos los individuos, y todo ello con evidentes riesgos.

 

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Mobile